En minoría con el PP y pendiente de los Juegos
La imagen pública del alcalde de Tarragona, el socialista Josep Fèlix Ballesteros, perdió enteros en la ciudad el día del referéndum. Hubo una decena de cargas policiales con varios heridos en distintos colegios electorales de la ciudad y el alcalde no apareció hasta última hora del día. Lo hizo con un vídeo casero que colgó en su muro de Facebook condenando la violencia “venga de donde venga”. La tibia respuesta tuvo consecuencias apenas unas horas después: el edil de Units per Avançar (la antigua Unió) abandonó el equipo de gobierno, dejando en minoría al PSC y el PP en Tarragona.
El alcalde, que domina como pocos las distancias cortas, redujo al mínimo las distancias largas desde que a principios de septiembre afirmó que no cedería espacios municipales para la celebración del referéndum por no ser legal y acordado. El “Ballesteros dimisión” y el “votarem” se convirtieron en un mantra durante las fiestas de Santa Tecla y se oyó en cada uno de los pocos actos públicos en que asistió el alcalde. Ese mantra ha acompañado cada una de las manifestaciones de antes y después del 1-0.
La imagen de Ballesteros, que lleva diez años al frente del Ayuntamiento, atraviesa sus horas más bajas entre el sector que reclamaba votar y que ha protagonizado estos días las manifestaciones más multitudinarias que se recuerdan en la ciudad. Con el PP, Ballesteros sigue trabajando para su principal proyecto de legislatura: los Juegos Mediterráneos del 2018. Tuvieron que retrasarse un año por falta de financiación y finalmente y en campaña electoral, el PP comprometió las aportaciones necesarias para garantizar su organización el próximo año. El papel del Gobierno central, el Comité Olímpico Español y el Consejo General de Deportes es imprescindible para que los Juegos, que preside el rey Felipe VI, puedan celebrarse. Sin embargo, a ocho meses vista de su celebración, buena parte de la ciudad mira ahora hacia otro lado. Además de quedarse en minoría –aunque el edil dimitido ha asegurado que votará los proyectos “estratégicos” como los Juegos– Ballesteros ha visto durante los últimos días cómo dimitían cinco miembros de Senat Tarragoní, un órgano consultivo creado por él mismo, y destacados simpatizantes socialistas como el cineasta Jesús Monlleó, o el director de uno de los institutos de secundaria donde se votó hicieron públicas sendas cartas lamentando la “tibia” actitud de un alcalde que antepone el diálogo y que lamenta que las actitudes que no son extremas, “queden diluidas”.