Una investigación pone en duda que Pablo Neruda muriera de cáncer
Un equipo internacional de expertos y peritos reunidos en Santiago de Chile ha determinado que el poeta chileno Pablo Neruda, fallecido el 23 septiembre de 1973, no murió de cáncer de próstata, como aparece en su certificado de defunción, a pesar de que padecía esta enfermedad.
“La caquexia (pérdida de masa muscular esquelética) está descartada. Eso está claro”, manifestó el juez especial Mario Carroza, quien investiga las causas del fallecimiento del premio Nobel de literatura en 1971, tras reunirse con el panel de peritos, que sin embargo aún desconocen la causa específica del deceso. El juez Carroza señaló que las conclusiones del equipo apuntan fundamentalmente a “una nueva toxina, que a su vez requiere de otros estudios que nos permitirán tener una conclusión definitiva”. La investigación continúa abierta, y será necesario esperar entre seis meses y un año para tener una respuesta concreta y clara a los estudios de genómica bacteriana.
El Nobel de Literatura murió en una clínica de Santiago el 23 de septiembre de 1973, pocos días después del golpe de Estado que derrocó al Gobierno de Salvador Allende. Desde el 2011 está abierta una investigación judicial para aclarar si murió a causa del cáncer de próstata que padecía o fue envenenado por agentes de la dictadura de Pinochet. En abril del 2013 los restos de Neruda fueron exhumados y en noviembre de ese año un grupo de expertos chilenos y de otros países que hicieron peritajes a sus restos descartaron una muerte por envenenamiento.
Pese a ello, el juez Carroza mantuvo abierta la investigación por considerar que los resultados no eran concluyentes y ordenó nuevos análisis, que se practicaron el año pasado y cuyos resultados fueron analizados por el panel de expertos.
Eduardo Contreras, abogado del Partido Comunista Chileno, en el que militaba Neruda, afirmó que está comprobado que en la clínica Santa María, donde falleció el poeta, se cometieron “delitos” después del golpe de Estado de Pinochet. Fue en esa clínica donde el expresidente Eduardo Frei Montalva falleció presuntamente envenenado en 1982, después de ser sometido a una cirugía digestiva de menor gravedad. “En la misma clínica, en el mismo cuarto piso, con los mismos médicos y algunas enfermeras, murió Pablo Neruda”, dijo Contreras.
El abogado subrayó que Neruda, miembro del comité central del PC, murió cuando se aprestaba a viajar a México para “cumplir labores muy importantes en política”, concretamente a liderar y organizar desde ese país la oposición a Pinochet.