El Barça, contra el 155
Bartomeu pide serenidad y subraya el apoyo del club a las instituciones catalanas
Mientras el Consejo de Ministros perfilaba las magnitudes de la aplicación del artículo 155, amanecía en el Palau Blaugrana la asamblea general de compromisarios del FC Barcelona con un informe del presidente encabezado por una extensa referencia al “momento histórico” y la “situación tan excepcional” que vive Catalunya. Josep Maria Bartomeu subrayó el compromiso del club con los principios de la democracia, la libertad de expresión y el derecho a decidir, y consideró “inadmisible que en el siglo XXI haya personas encarceladas por sus ideas políticas” (ovación). Pero matizó, en respuesta a los que critican a la entidad por tibia: “No podemos permitir ser un instrumento manipulable por los intereses políticos, vengan de donde vengan. Nadie puede apropiarse de nuestro escudo y de nuestra bandera”. En el preciso instante en que Robert Fernández, secretario técnico, daba cuenta de su gestión en la confección de la plantilla, Mariano Rajoy anunciaba la intervención del Govern de la Generalitat. Surgieron especulaciones sobre las condiciones en que iba a disputarse, si debía disputarse, el partido contra el Málaga.
No era un buen día para la asamblea de una institución emblemática de Catalunya, que registró una de las asistencias más reducidas de las últimas temporadas. Sin cuestiones de calado en el orden del día y con los acontecimientos precipitándose en el exterior, la antena estaba más enfocada fuera del perímetro del Camp Nou. Bartomeu había garantizado a los socios que la junta nunca iba a poner en riesgo la viabilidad de la entidad ni su presencia en las competiciones. “La intención es seguir jugando la Liga, participación que a día de hoy está totalmente garantizada. La viabilidad de la Liga de Fútbol Profesional y del Barcelona pasa en gran parte por continuar en nuestra Liga”. Tras el receso del almuerzo, una vez concluida la función de Rajoy, el presidente blaugrana volvió a intervenir para adjudicarse la ovación más larga de los últimos años, acompañada por un grito unánime: “¡Llibertat, llibertat!”. “El Barcelona siempre ha estado al lado del pueblo de Catalunya y de sus instituciones. Así que hoy, ante la aplicación del artículo 155, tenemos que reiterar nuestro apoyo absoluto a las instituciones democráticas de Catalunya, elegidas por sus ciudadanos”. Bartomeu expresó el apoyo del club a los estamentos afectados y a los medios de comunicación públicos y, a falta de menos de 6 horas para el comienzo del partido, pidió calma: “Ahora más que nunca hace falta serenidad. Cualquier reacción debe ser cívica y pacífica. También en el Camp Nou”. A pesar de los acontecimientos externos, la junta nadó en una balsa de aceite. En la primera votación, la liquidación del ejercicio 2016-17 con unos ingresos de 708 millones y un superávit neto de 18 millones, la sala acogía a 531 compromisarios, el 12,2% de los 4.346 convocados. Superó el trámite con un 91% de votos favorables.
El tesorero, Enric Tombas, se declaró optimista por la situación económica de una institución que avanza “a velocidad de crucero”. El presupuesto para la temporada actual, cifrado en 897 millones, con un beneficio estimado en 21, recabó el apoyo del 77% de los presentes. El director general, Òscar Grau, consideró que se trata de unas cuentas atípicas condicionadas por el pago de la cláusula de Neymar. En este sentido, reveló que el presupuesto realizado en mayo, antes del traspaso del brasileño al PSG, se elevaba a 795 millones. “Con la venta de Neymar el mercado se ha vuelto loco y los fichajes se han encarecido mucho”, afirmó, y admitió preocupa- ción por la enorme incidencia de la masa salarial en las cuentas del club, que “se dispara al 84% de los ingresos ordinarios”. La solución, según Grau: potenciar la cantera para reducir los gastos en fichajes y nóminas y explorar nuevas vías de financiación
“No somos un instrumento manipulable, nadie puede apropiarse de nuestro escudo ni nuestra bandera”
El presidente reconoce que algo no se hizo bien en verano y Robert Fernández reivindica su trabajo
comercial. En la agenda inmediata, el establecimiento de una alianza con una compañía aérea y un patrocinador para la camiseta de entrenamiento del primer equipo. En este sentido, Bartomeu avanzó que el club recaudará más de los
200 millones previstos para adjudicar un apellido comercial al futuro Camp Nou. “No hemos hecho las cosas lo suficientemente bien en algunos aspectos”, reconoció Bartomeu al justificar la reestructuración del área de fútbol. En cambio, Robert Fernández defendió su gestión en el mercado, con 13 movimientos entre los que destaca la marcha de Neymar. “Nos hizo mucho daño”, admitió el secretario técnico: “En los dos partidos de la Supercopa el equipo estaba como estábamos todos, no diría en una depresión pero sí en una situación difícil”.
La asamblea aprobó una alianza con Parques Reunidos para la instalación de parques temáticos (un mínimo de cinco en cinco años) del Barça en centros comerciales y también dio el visto bueno a la Barça Academy en Nueva York.