En busca de financiación alternativa a la banca
Ocho cotizadas acuden al mercado alternativo de renta fija
Elecnor, Gestamp, Tubacex, Fluidra, Europac, Masmovil, Inmobiliaria del Sur y recientemente Sacyr han acudido al mercado alternativo de renta fija (Marf) en busca de financiación alternativas a la banca. Entre todas ellas han logrado recursos por 850 millones de euros. Pero hay muchas más. El Corte Inglés, por ejemplo, emitió un programa de pagarés de 300 millones o la firma de explosivos Maxam por 100 millones. “En total hay más de una veintena de empresas que han utilizado programas de pagarés”, explica Gonzalo Gómez, director gerente del organismo.
Entre todas ellas, el saldo vivo máximo (hasta donde podrían llegar a emitir) asciende a 2.290 millones.
En estos momentos, “el volumen de pagarés vivos en el Marf ha pasado de 525 millones de euros a finales de septiembre del año pasado a 1.044 millones en la actualidad, lo que representa un crecimiento del 98% en el último año”, señala.
El tipo de interés al que emiten las compañías depende de su calidad crediticia y del plazo del vencimiento al que se emiten los pagarés.
“En la actualidad, están consiguiendo financiación a tipos que van del 0,2% al 1,8%-2%”, dice Gómez. Los programas de pagarés permiten emitir en plazos que van desde los tres días hasta un máximo de dos años.
El Marf es un sistema multilateral de negociación en el que una vez emitidos los valores de renta fija se admiten para su negociación en el mercado. La ventaja para el emisor es que dispone de un saldo vivo máximo en cada momento, “con lo que pueden hacer disposiciones a medida que tienen necesidades de financiación de forma muy rápida”, subraya el directivo.
En opinión de Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de València y director adjunto del Ivie, “en una economía como la española, con predominancia aplastante de las pymes, es necesario diversificar las fuentes de financiación reduciendo la dependencia bancaria”. Maudos considera que la deuda tiene algunas ventajas sobre los préstamos bancarios, como “plazos más largos, diversificación de fuentes, señalización en el mercado, aumento de la base de inversores...”.
A juicio de Gómez, las empresas acuden a emitir pagarés por dos motivos. Por un lado, señala, “perciben una gran oportunidad para diversificar y ampliar sus fuentes de financiación, lo que refuerza su capacidad financiera y su balance”. Por otro lado, añade, “el entorno de tipos de interés tan bajo en el que vivimos hace que las rentabilidades a las que se emiten los pagarés sean a su vez muy bajas, muy competitivas, y por lo tanto atractivas para los emisores”.
Los procesos en el Marf están muy tipificados. Se fija un calendario hasta la emisión del programa de pagarés. Y después se da apoyo a los emisores y a sus asesores con aplicaciones tecnológicas para facilitar la gestión en cada uno de los desembolsos individuales del pagarés a cada empresa.
Los tipos de interés que consiguen las empresas van del 0,2% al 2% en función de su calidad crediticia