Afinando el City
El Manchester City asombra por su eficacia en las dos áreas
La segunda temporada de Pep Guardiola al frente del Manchester City se está demostrando como la de confirmación de un estilo de juego consistente y efectivo, que tiene su reflejo en los abultados resultados que está obteniendo tanto en Premier como en Champions League, pues suman doce victorias y un solo empate.
Una pancarta luce orgullosa en el Etihad Stadium de Manchester. En ella se puede leer “el ejército azul y blanco de Guardiola”. Pero bien podría poner el acordeón de Pep. La cuadratura del círculo en el fútbol tiene que ver con una manta. Si te tapa la cabeza no lo hace con los pies o viceversa. Para que se entienda mejor, si se ataca mucho existe el riesgo de desproteger la defensa y si sólo se hacen esfuerzos para cuidar tu portería entonces te puedes quedar corto en ataque. Los equipos acompasados y compensados suelen ser los mejores. Y si no estuvo entre ellos la temporada pasada el Manchester City fue porque el barco se hundía por la parte trasera, por donde se multiplicaban las vías de agua.
En este inicio de temporada la situación ha cambiado porque los de Guardiola han madurado en las dos áreas, mostrándose implacables en la delantera y eficaces sin balón. Sólo así se entiende que sume, mezclando todas las competiciones, una racha de once victorias consecutivas. Un momento dulce en el que el conjunto citizen ha firmado un 5-0 al Liverpool, un 7-2 al Stoke, un 0-4 al Feyenoord y un 0-6 al Watford. En lo que va de campaña ha ganado doce partidos y ha empatado uno, con un balance de 42 goles a favor y sólo 6 en contra. Es líder en la Premier, donde sólo le han chutado 14 veces entre palos, y en su grupo de la Champions.
“La gente ahora espera que vayamos ganando por 5-0 en el minuto 20. Eso no siempre puede ser pero ahora no nos ponemos nerviosos, al contrario de lo que nos pasaba antes”, refleja un satisfecho Guardiola.
Línea por línea el City ha mejorado en todas con sus refuerzos y con el asentamiento del arsenal que ya tenía. En la portería el guardameta brasileño Ederson, comprado al Benfica por 40 millones, está aportando seguridad y ha dejado en el banquillo definitivamente al exblaugrana Claudio Bravo. Tiene un buen manejo de balón con los pies y el martes contra el Nápoles paró un penalti. En defensa el City invirtió la intemerata para fichar laterales, como Walker, Danilo y Mendy, que tuvo que ser operado de la rodilla. Pero donde ha mejorado en fiabilidad es en el eje de la zaga, gracias al crecimiento de Stones, una calamidad en muchas fases del curso anterior. “Está en forma y concentrado. Creemos que puede mejorar. Tiene mucha responsabilidad”, afirma el de Santpedor. Stones fue una apuesta millonaria y Pep siempre lo ha defendido.
Un Guardiola que mantiene intacto su gusto por la posesión del balón y el deseo explícito de que sus equipos sean protagonistas y no contemplativos. Otra cosa es el sistema de juego. El Pep del City no es tan dogmático y tanto puede jugar con un 9 (Gabriel Jesus o Agüero) como hacerlo con los dos con una línea de tres medias puntas por detrás, donde Sterling y David Silva suelen tener una gran influencia.
El gol está mancomunado, con lo que todos los delanteros viven satisfechos. Agüero, Jesus y Sterling están empatados a ocho tantos entre la Liga y la Champions. El argentino, al transformar un penalti el sábado contra el Burnley, atrapó a Eric Brook como máximo realizador de la historia del club (177), marca que será suya en las próximas semanas.
“El fútbol que nos inculca Guardiola es casi como un fútbol brasileño. En Brasil, cuando se gana por tantos goles, los jugadores se adornan con el jogo bonito.
Aquí, en algún partido como el del Stoke, sentí más o menos lo mismo. Es un orgullo para mí mejorar con Pep, un entrenador muy ambicioso que por eso ha ganado todos los títulos”, declaró Jesus, de 20 años, en una entrevista con Sky Sports.
Es verdad que el inicio del City la pasada campaña también fue bueno, pero a esta alturas ya había dado muestras de irregularidad. En la selva de la Premier suelen producirse cambios de dinámicas importantes pero esta vez parece que los del Etihad han adquirido el lenguaje singular de Guardiola.