Tercer puesto para la esperanza
La carismática gobernadora de Tokio, Yuriko Koike, aspiraba a más
Ala carismática Yuriko Koike, de 65 años, le gusta romper moldes y reivindicar el mismo protagonismo que los hombres en su país. Un ideal que esta licenciada por la universidad de El Cairo, que habla árabe e inglés con soltura, ha intentado llevar a la práctica siempre que ha podido. Un espíritu de iniciativa que le llevó en los años setenta a brillar como presentadora de televisión. En 1978 saltó a la fama al entrevistar al dictador libio Muamar el Gadafi y al líder palestino Yasir Arafat.
Esta mujer que viste con discreta elegancia no esconde, sin embargo, su ambición de culminar su carrera política, que inició en 1992, como la primera japonesa que ocupa el cargo de primera ministra de su país. Ganas no le faltan y su agudo sentido de la comunicación la ha llevado a adoptar iniciativas rompedoras con las que se ha ganado la simpatía de los japoneses.
Yuriko Koike, que en más de una ocasión ha comentado que en Japón las mujeres, más que un techo de cristal, tienen una placa de acero, saltó a la fama cuando se convirtió en ministra de Medio Ambiente de 2003 a 2006, con el premier conservador Junichiro Koizumi. En esa época, emplazó a sus colegas del gobierno y los funcionarios a vestir sin corbata ni chaqueta en verano en el trabajo en lugar de forzar los aparatos de aire acondicionado, como parte de su campaña contra el cambio climático. Y un año después se convirtió en la primera mujer al frente de la cartera de Defensa. Koike volvió a sorprender a la opinión pública cuando asumió el cargo de gobernadora de Tokio en el 2016.
Este verano entró en el Olimpo político nipón tras abandonar el PLD, fundar el movimiento Toquiotas Primero e infligir una histórica derrota al partido de Abe en las elecciones a la alcaldía de Tokio del pasado julio. Ahora ha subido la apuesta y ha creado el Partido de la Esperanza. Ayer no le fue mal en las elecciones, aunque al no presentarse como candidata el partido perdió fuerza y quedó en tercera posición. Desde París, donde asistía a una cumbre internacional de alcaldes contra la polución atmosférica, Koike pidió disculpas a sus votantes por lo que consideró una derrota.
Su apuesta es ser primera ministra a medio plazo. Ambición y astucia no le faltan.