Un debate llamado ANC
La entidad clave del proceso se registró en el 2011 para promover el independentismo
Una de las organizaciones vinculadas al proceso catalán que están en el centro de este debate es la Assamblea Nacional Catalana (ANC), inscrita en el registro de asociaciones en diciembre del 2011, como una entidad que, entre sus objetivos se fijaba “promover la creación de las condiciones sociales favorables para avanzar en la constitución de un estado propio, social, democrático e independiente”. Para aprobar el trámite, se recurrió al Estatut d’Autonomia y a la Constitución de España.
El expediente de inscripción se tramitó en la dirección general de Dret i Entitats Jurídiques, y está aprobado por el director general de este departamento, Santiago Ballester, el día 9 de diciembre del 2011. En aquel momento, el presidente de la Generalitat de Catalunya era Artur Mas. El solicitante es Enric Ainsa i Puig y le acompañan otras 38 firmas, entre las que figuran la de Carme Forcadell, pero no la de Jordi Sànchez, actual presidente, en prisión por orden de la Audiencia Nacional. Se dice que el ámbito de actuación de la ANC será principalmente el territorio de Catalunya. Estar en el registro da pie a recibir subvenciones públicas por sus actividades. Como fundamentos para inscribirla, se menciona el artículo 118.1 del Estatut d’Autonomia, que reconoce el derecho a asociación, y el 22 de la Constitución, que hace lo mismo y que estipula que serán ilegales aquellas asociaciones “que persigan fines o utilicen medios tipificados como delitos”.
En los estatutos presentados para la inscripción, la ANC señala que, entre otros, sus objetivos son “impulsar y defender la plena recuperación colectiva de la identidad de la Nació Catalana, sus derechos y sus valores, y hacer difusión”; “promover la creación de las condiciones sociales favorables para avanzar en la construcción de un estado propio, social, democrático e independiente”; “aglutinar a todas aquellas personas que trabajan con objetivos afines” y “facilitar y acoger toda suerte de iniciativas encaminadas a la consecución de los objetivos citados”. Entre estas actividades se mencionan la creación de grupos de trabajo, ponencias, seminarios y conferencias; actos divulgativos, elaboración de argumentarios y organización de actos divulgativos y de dinamización social.
El periodista Pere Martí, en su libro sobre la creación de la ANC –El
día de Catalunya va dir prou; Columna, 2013– señala que el núcleo impulsor de la Assamblea estaba formado en su origen por cuatro personas: Enric Ainsa, Pere Pugès, Miquel Sellarès y Miquel Strubell. Ainsa es licenciado en filosofía e informático, y según el libro creó cuentas de correo para los miembros de la ANC en un servidor de un país que no tuviera convenios con España ni con Interpol. “No tenían que hacer nada ilegal”, escribe Martí, “pero tampoco querían facilitar la tarea a los servicios de información españoles”. Pugès es un veterano activista político que pasó por el PSAN y por el PSC. Strubell es licenciado en psicología y fisiología y Miquel Sellarés es otro veterano de la política, del núcleo fundacional de CDC, cercano a Jordi Pujol i Soley y que fue director general de seguridad ciudadana de la Generalitat entre 1983 y 1984. Pugès, Sellarès y Srtubell también firman la petición de inscripción de la ANC.