El rito del incienso según Feuerle
El coleccionista de arte alemán abre en su museo de Berlín una sala donde se oficia una versión minimalista de la antigua ceremonia china
Como museo, The Feuerle Collection (así, en inglés) es ya un refinado experimento artístico, al yuxtaponer estilos, épocas y países de modo rompedor y exquisito. Pero ahora ha dado en esa línea un paso más. El museo privado del coleccionista alemán Désiré Feuerle, inaugurado en octubre del 2016 en Berlín, incorpora otra experiencia a su visión de combinar obras de artistas contemporáneos internacionales con mobiliario imperial chino y arte antiguo del sudeste asiático, todo ello ubicado en un antiguo búnker nazi.
En la masiva construcción de hormigón –renovada por el arquitecto británico John Pawson para albergar el museo–, acaba de inaugurarse la llamada sala del Incienso, un rectángulo acristalado donde se oficia una versión minimalista de la ceremonia del incienso de China y Taiwán, concebida por el propio Feuerle con asesoría oriental. “El arte del incienso en China es increíblemente complejo y relativamente desconocido en Europa; quería compartir una versión contemporánea y auténtica de esta antigua ceremonia, que es muy hermosa y refinada”, dijo Désiré Feuerle a periodistas el día de la inauguración.
Asistimos entonces a una ceremonia delicada, en la que el maestro Wang Chun-Chin, erudito venido de Taiwán, ejecutó un ritual actualizado de 50 minutos (el tradicional supondría dos horas). Se desarrolla en torno a una mesa redonda y cinco taburetes: uno para el maestro, y cuatro para los participantes. Mesa y escabeles –diseñados por Pawson, con asesoría en arte chino de Jerry Chen– fueron realizados en madera negra por el taller DegooChunzai según la técnica china de ensamblaje, sin clavos ni colas.
En la inauguración se usó incienso de qinan de Bután y madera de agar de Hainan. Primero nos dieron a oler en tarros de cristal un trozo de cada madera; después, vimos cómo en la mesa, el maestro Wang iba distribuyendo los efluvios del incienso con un abanico de pluma. “La cultura china del incienso existía ya hace miles de años, en la dinastía Han, y fue evolucionando –explicó Wang– . Hoy no tenemos que volver necesariamente a esas ceremonias; se pueden realizar de modo moderno, y si logran calmar tu corazón, ya es mucho. La cultura del incienso es como una meditación”.
La sala acristalada del Incienso queda envuelta en el museo, y desde ella pueden divisarse piezas. En el museo hay esculturas jemeres de los siglos VII al XIII, y muebles de laca y piedra de la China imperial, confrontados con obras de artistas del presente de varias disciplinas.
Con esta sala, Désiré Feuerle da por completada su Gesamtkunstwerk (obra de arte total) de yuxtaposiciones, concepto en el que abunda desde los años noventa. “La Gesamtkunstwerk rompe con la forma tradicional de mostrar el arte, elimina las barreras entre culturas y épocas, y la importancia de pasado y presente”, dice Désiré Feuerle, historiador del arte, residente en Asia (con años de residencia en Barcelona y casado con la catalana Sara Puig), y experto en arte asiático.
Las visitas a The Feuerle Collection son los viernes, sábados y domingos, previa reserva en la página web thefeuerlecollection.org y vale 18 euros. El precio de participar en una ceremonia del incienso es de 250 euros por persona, siempre y cuando se reserven los cuatro asientos; y la reserva se hace también vía página web.
“Quería compartir este arte relativamente desconocido en Europa”, dice Désiré Feuerle de su iniciativa