Sergio García se lleva el triunfo en Valderrama
Sergio García une el título de Valderrama al Masters de Augusta
En el descanso que se abre entre los dos últimos hoyos, Sergio García (37) y Joost Luiten (31) chocaron los puños.
Se emplazaban al hoyo final, el último del torneo. Y lo hacían con una diferencia de un golpe, uno a favor de García.
Se estremecía el público en San Roque (Cádiz). Allí se rinden al que en otra época llamaban el niño. Más de 16.000 personas siguiendo la aventura de su héroe. Y el hombre, aquel cuya fundación bendice Valderrama, mantuvo la compostura. Sergio García cerró el último hoyo con un par 4, exactamente igual que Luiten, y así se apoderó del Masters de Andalucía. Ya lo ha ganado en dos ocasiones (tras su triunfo del 2011). En la historia, nadie más lo ha hecho.
Vaya año, el de Sergio García. Ya se ha adjudicado tres torneos del Circuito Europeo de Golf, incluida la chaqueta verde del Masters de Augusta. Se ha casado. Va a ser padre de una niña en marzo. Y presiona a Tommy Fleetwood en el ranking anual, la Race to Dubai. Ahora el niño es otra cosa. Un golfista sólido, muy consciente de sus posibilidades, más de quince años recorriendo los circuitos profesionales, un tipo con pedigrí. Uno que agita la gorra, acaso tímidamente, para saludar al público, su público, mientras avanza por el pasillo, listo para afrontar otro hoyo. ¿Dónde quedaron sus aspavientos, sus saltos de otra época? Ya no es un niño.
¿Cómo, si no, interpretar su templanza en los últimos tres hoyos del torneo, cuando sentía cerca la presión de Luiten, cuando un birdie del holandés les colocaba en empate...?
Podían haberle salido los fantasmas, esas siluetas asombrosas que, otras veces, se le venían encima.
“Estuve jugando bien. Debería haberme escapado. Pero Luiten volvía y volvía –dijo–. Lo único que podía era conservar la paciencia. Y procurar que los malos momentos no me afectaran demasiado”.
Los fantasmas le salieron a Luiten. Embocó mal en el green del hoyo 16 y se fue a cinco golpes, uno sobre el par (bogey). Y Sergio García no se lo perdonó. Hizo par, mantuvo el ritmo. Se la jugó en el 17, con un largo golpe para superar el lago. Y siguió saludando a su gente.
Acabó la jornada con 67 golpes (272 en total, doce bajo par, uno menos que Luiten). Y justificó el reconocimiento que acaban de entregarle: ya es miembro vitalicio del European Tour. 53 golfistas aparecen en esa lista. Solo otros dos españoles: Seve Ballesteros y Olazábal.
YA NO ES UN NIÑO
En el 2017, García se ha casado, espera una niña, ha recogido la chaqueta verde y ronda el número uno