El norte de Italia exige más poder
La mayoría de los ciudadanos de Lombardía y Véneto vota a favor de negociar con Roma mayores competencias y recursos
La inmensa mayoría de los ciudadanos de Lombardía y Véneto, dos regiones habitadas por 15 millones de personas y que generan más de una tercera parte del PIB de Italia, votaron ayer a favor de negociar con Roma un aumento de sus competencias propias y, también, de más recursos económicos. El resultado de las consultas, que no son vinculantes, refuerza las posibilidades de los líderes de ambas comunidades, que reclaman más poder en áreas como las relaciones exteriores, la educación, salud o protección laboral.
Piero, de 84 años, y Franca, de 79, votaron ayer sí, muy convencidos, en el referéndum de Véneto con la esperanza de que su región obtenga más recursos para mejorar la vida de la gente y, de paso, ayude a frenar el imparable despoblamiento del núcleo histórico de Venecia, su ciudad.
Según los datos provisionales al cierre de esta edición, los habitantes de Lombardía y Véneto, dos regiones norteñas que suman 15 millones de habitantes y más de un tercio del PIB italiano, se pronunciaron abrumadoramente a favor de negociar con Roma un significativo aumento de sus competencias autonómicas. Véneto superó el 60% de participación, con un 98% de votos favorables a la reforma. En Lombardía, según el presidente de la región, Roberto Maroni, las proyecciones son de al menos un 95% de síes con una participación en torno al 40%.
Dado el carácter consultivo de las dos votaciones, cuánta mayor fuera la afluencia, más capacidad de presión tendrían los líderes lombardo y véneto para convencer al Gobierno y el Parlamento a ceder a sus regiones competencias previstas en los artículos 116 y 117 de la Constitución en campos como las relaciones internacionales, la educación, la salud, la protección civil, la legislación laboral y la protección del medio ambiente, entre otras.
Piero y Franca, la pareja de jubilados, depositó su voto, de buena mañana, en una de las mesas instaladas en el instituto técnico Francesco Algarotti, delante de la parada del vaporetto de Guglie. Hacía un tiempo desapacible. A esa hora había ya mucho movimiento de turistas arrastrando maletas. Está cercana la estación de tren de Santa Lucía. Para el alud de visitantes, que fue creciendo a medida que avanzaba la jornada, hasta colapsar
algunas callejuelas, la votación veneciana pasó totalmente desapercibida. Dos mundos aparte.
“Es importante que Véneto se quede con más parte de los impuestos que ingresa –reflexionó Franca–. Eso no implica que no sigamos ayudando a otras regiones, pero mejor que el dinero no pase por Roma, porque allí se evapora (ríe). Me gustaría que ayudaran a la gente necesitada de Venecia, para que se queden. Aquí la vivienda es muy cara. Y que haya más fondos para la restauración”. Su marido asintió y remachó: “Usted ya sabe, la economía de Italia
vive de Lombardía y Véneto”.
El matrimonio veneciano está muy bien informado de lo que sucede en Catalunya. “Pienso que quizás habéis ido demasiado lejos”, soltó Piero. “Si los bancos y las empresas se van, la gente empezará a ver que no les interesa la independencia”, terció Franca, si bien quiso dejar claro que “el Rey me pareció demasiado rígido, no dijo nada para promover la unidad”.
Mientras limpiaba su embarcación, el gondolero Angelo, de 45 años, emitía su juicio sobre el referéndum. “He votado muy temprano –dijo–. Espero que tenga un efecto positivo. Italia es un país mal gobernado. Siempre es mejor que los gobiernos locales tengan más poder. Sin embargo, no creo que haya muchos cambios. Aquí en Venecia, más que una cuestión económica es de identidad”.
Riccardo Calimani, de 72 años, tenía otra visión. Este judío, cuyos ancestros se instalaron en el gueto de Venecia –el primero creado en Europa– hace 500 años se abstuvo. “Soy partidario del federalismo, de un gobierno descentralizado, pero soy contrario a los localis-
VOZ CONTRA EL DÉFICIT FISCAL “Es importante que Véneto tenga más ingresos, en Roma el dinero se evapora”
RAZONES PARA LA ABSTENCIÓN “Soy contrario a los localismos; el espíritu europeo se debe alimentar de la unidad”
mos porque pienso que el espíritu europeo debe alimentarse de la unidad –declaró este exempleado de la RAI y autor de libros de historia–. A veces el localismo exasperado amenaza con crear conflictos gravísimos. Hay que tener mucho cuidado con eso”.
Los referéndums, más allá de la posibilidad de que se amplíe la autonomía que permite la Constitución, lanzarán un mensaje político a Roma. El resultado de las consultas dará impulso a la Liga Norte, principal promotora de las votaciones. Eso será importante de cara a la relación de fuerzas en el centroderecha, donde los liguistas y Forza Italia se disputan el liderazgo ante las próximas elecciones generales. Se da la paradoja de que la Liga Norte, en los últimos tiempos, había puesto mucho menos énfasis en la autonomía del norte y reorientado su oferta hacia el populismo euroescéptico y antiinmigración, con el objetivo de conquistar votos en todo el país en alianza con Hermanos de Italia, de tradición posfascista.
En Italia hay una larga tradición de referéndums, aunque el furor participativo de la gente ha ido remitiendo, quizás por el hartazgo de la política y la mala imagen que tienen los padres de la patria. En 1946, después de la Segunda Guerra Mundial, el referéndum que abolió la monarquía e instauró la república registró una participación cercana al 90%. Otra consulta, sobre el divorcio, en 1974, alcanzó casi el 88% de participación del censo electoral.
RÉDITO POLÍTICO
Los resultados favorecen a la Liga Norte, gran impulsor de las consultas
Existe cierto peligro de que los últimos referéndums reabran el debate territorial en un país cuya unificación fue muy reciente. Hay, por ejemplo, dos provincias del Piamonte, las de Novara y Verbano-Cusio-Ossela, que pretenden pasarse a la vecina Lombardía.
Algunos analistas lamentan que no se haya aprovechado la oportunidad para una sincera discusión, a nivel nacional, sobre los desequilibrios que siguen lastrando a Italia. Pero ahí siempre habrá una fractura entre los que creen que dar mayor autonomía a las regiones más eficientes redundará en beneficio del conjunto y los que piensan al contrario, que ahondará las diferencias.
DEBATE TERRITORIAL
Dos provincias del Piamonte pretenden pasarse a la vecina Lombardía