Márquez gana en Australia y ya acaricia su cuarto mundial
Márquez acaricia su cuarto mundial con una victoria soberbia y el desplome de Dovizioso
Ya lo roza con la punta de los dedos. Marc Márquez tiene a tocar su cuarto título mundial de MotoGP –¡en cinco años!– En Malasia, el domingo que viene, el piloto de Cervera dispone de su primera oportunidad para coronarse el más joven tetracampeón de la historia, y entrar en el selecto club de los más grandes, junto a Agostini (8), Rossi (7), Doohan (5), Hailwood, Surtees, Duke y Lawson (4), los mitos del motociclismo.
Y es que lo que hizo ayer Márquez en la batalla de la isla, en Phillip Island, fue de piloto de leyenda. Una victoria, la 6.ª de la temporada –tercera en las últimas cuatro carreras–, tan soberbia como brutal, tan de genio como de talento, aderezada necesariamente con un punto de locura, de inconsciencia, de atrevimiento. Ese ingrediente tan escavuelta so que hace a Marc diferente. Único. Espectacular.
Más que una carrera, en Australia, antepenúltimo asalto por el título, hubo un combate de boxeo, de full contact, un todo vale, con codos, rodillas, toques y maniobras al límite. La carrera más bulliciosa de la temporada. Sin necesidad de lluvia. Fue de locos. Y Márquez salió ganador a los puntos y por KO técnico sobre Andrea Dovizioso, que se desplomó en la primera vuelta y prácticamente dijo adiós al Mundial, alejado a 33 puntos del catalán.
Marc se empezó a sentir en su salsa desde que Miller, el chiflado aussie, desató las hostilidades en la salida, se puso primero dejando sin valor la pole del 93, y las Yamaha –Rossi, Viñales, y sobre todo Zarco– calentaron la fiesta con cuerpo a cuerpo durísimos. Como el del francés en la segunda vuelta sobre el catalán; un toque que rajó el colín de la Honda y que casi derriba al 93.
“No creo que Zarco haya estado por encima del límite, así son las carreras. Pero cuando he visto eso me he puesto al ataque también y he repartido un poco por allí”, se reía Márquez en el micrófono de Movistar MotoGP. “Estábamos en un grupo en el que, o te ponías duro, o te ibas para atrás. Hubo un momento en el que me puse un poco blando, a conformarme, y me fui para atrás. Me he dicho: ‘Esto no puede ser, vamos a atacar, vamos a abrir ya hueco y a imponer mi ritmo’”, relataba Marc, que después de dejar tirar a las tres Yamaha, turnándose delante Rossi, Zarco y Viñales, en la 19, a falta de 9 giros, se lanzó a tumba abierta a por el Dottore ,al que pasó por el agujero imposible, sin hueco, quitándole las pegatinas, y acto seguido a Viñales. A falta de 7 vueltas ya oteaba la victoria. Tiró fuerte, abrió un hueco de seguridad, y cruzó la meta con la locura de haber ganado medio título. No era para menos: tuvo premio gordo al quedar su rival en 13.ª posición...
Dovizioso se había hundido. A la hora de la verdad, el de Ducati falló de la manera más tonta. Salía muy retrasado, 11.º por una pobre qualy, y tras el primer paso por meta, al final de recta, se complicó la vida con una salida de pista que le envió al puesto 20. “Cometí un error. Llegué demasiado rápido, frené como siempre, pero no pude parar la moto. Esto ha empeorado mi situación”, decía abatido Dovi, que con mucho esfuerzo escaló hasta el 11.º. Pero justo en meta le pasaron Redding y Pedrosa; 2 puntos menos.
Y 2 más de margen para Márquez, que llegará a Malasia con 33 de renta. “Muy contento. Seguramente en Malasia Dovi irá muy rápido. De momento ya tengo este colchón que tocará administrar”, se receta Marc, que irá a por el título en Sepang, pero sin arriesgar. “Ojalá que no se decida en Valencia. Debo tener paciencia. Si en Malasia no estoy a gusto y toca sumar puntos, mejor llegar a Valencia con un colchón grande y no por querer hacer más cometer un error”. Dovi prácticamente tira la toalla. “Son muchos puntos. Debo pensar en positivo. En Malasia hace calor, es una pista difícil, todo puede pasar. Pero si Marc sigue igual de rápido será difícil”.
PRIMER MATCH-BALL EN SEPANG El de Cervera, con 33 puntos de ventaja, puede ser campeón en Malasia acabando segundo