Protestas por el fuego
El Nunca Máis contra el fuego movilizó a la izquierda y al nacionalismo
Miles de personas se manifestaron ayer en Santiago para exigir la dimisión de Feijóo por la gestión de los incendios que han asolado Galicia.
Hay tres tipos de manifestaciones que terminan en A Quintana, la plaza situada detrás de la catedral de Santiago, en la que acaban las movilizaciones convocadas con carácter nacional gallego. Hay las que pinchan, las que simulan llenar la plaza y las que efectivamente lo consiguen. La de ayer de Lumes Nunca Máis (Fuegos nunca más) se encuadró en el tercer tipo, con miles de personas que rebosaron las estrechas calles del corazón de la zona monumental compostelana, mientras resonaba el viejo lema de la lucha contra la marea negra del Prestige, adaptado a la lacra de los incendios forestales, junto a otros cánticos contra la política ambiental de la Xunta de Galicia, en demanda de la dimisión de su presidente, el popular Alberto Núñez Feijóo, y en reivindicación de un futuro viable para el medio rural.
La movilización había sido convocada inicialmente contra lo que las organizaciones ecologistas llaman la Ley de Depredación de Galicia, en referencia a la ley de fomento de la actividad empresarial promovida por el PP para reducir los trámites ante la instalación de nuevos negocios en el territorio gallego. Tras los incendios del pasado fin de semana los organizadores de la protesta le añadieron el lema de Lumes Nunca Máis, de manera que acabó reconvirtiéndose en una protesta contra los fuegos y la política forestal de la Xunta.
El pasado lunes ya hubo manifestaciones en las ciudades gallegas que supusieron una reactivación del espíritu contra la marea negra del 2002. En la de ayer participaron los líderes de En Marea, Luís Villares, y del Bloque Nacionalista Galego, Ana Pontón. “Si a Feijóo le quedaba algo de reputación como gestor la quemó durante todos estos días”, afirmó Villares, mientras Pontón tildaba de “pirómana” la política forestal del gobierno gallego, pues, a su juicio, “favorece la actividad incendiaria”. El veterano Xosé Manuel Beiras, patriarca de En Marea, afirmó que “es culpable Feijóo, es un traidor, un miserable, un fascista y no solo vale pedir su dimisión, hay que echarlo aunque sea cantando”, según informa Europa Press.
Ante estas críticas el secretario general del PP gallego, Alfonso Tellado, abundó en las acusaciones que hizo Feijóo esta semana a la oposición, de no haber esperado siquiera a que se apagasen las llamas para empezar a protestar, y lamentó que el nacionalismo haga “partidismo y electoralismo” con el fuego.
Antes de leer manifiesto con el que acabó la protesta en A Quintana el director teatral Quico Cadaval abogó, con retranca, por que el Gobierno le aplique también el artículo 155 de la Constitución a la Xunta de Galicia, “por su manifiesta incompetencia” ante la oleada de incendios, que en poco más de tres días calcinaron 35.500 hectáreas.
Los manifestantes reclamaron un futuro para la Galicia alejada de los grandes centros urbanos, justo cuando en las redes sociales colea la polémica por unas declaraciones del martes en el parlamento de la consejera de Medio Rural, Ángeles Vázquez, quien se refirió al municipio de Cervantes, en la sierra de Os Ancares, uno de los enclaves de gran valor ambiental afectados por el fuego, como “un sitio ideal, seguramente mejor para pasear que para vivir”.
El PP ataca a En Marea y al BNG por empezar a manifestarse el lunes, cuando aún había incendios