La Audiencia de Barcelona condena al violador del cúter a 56 años de prisión
La Audiencia de Barcelona ha condenado al violador del cúter, Diego Nicolás Rodríguez Correa, a 56 años de prisión por cuatro delitos de agresión sexual. El acusado fue detenido y encarcelado por los Mossos d’Esquadra el 16 de octubre de 2015 después de una exhaustiva investigación que logró identificar como el depredador sexual que desató el pánico en los barrios de Gràcia y el Baix Guinardó amenazando a mujeres empleando un cúter. La sentencia impone al violador las máximas penas, a pesar de que carece de antecedentes penales, porque el tribunal ha tenido en cuenta “la especial gravedad de los hechos cometidos”, la afectación a una “pluralidad de víctimas”, dos de ellas de 14 años, “el empleo de expresiones amenazantes y el uso de instrumentos peligrosos para la integridad de las mismas”. La sentencia da plena credibilidad al testimonio las cuatro víctimas, dos adolescentes de 14 años y dos jóvenes de 21 y 27 años. El acusado, durante el juicio que se celebró del 26 al 28 de septiembre, reconoció parcialmente los hechos.
Deberá pagar una indemnización a la víctimas por valor de 70.000 euros por los daños causados. Todas las mujeres, según acreditaron los informes médicos, padecieron múltiples secuelas psicológicas por culpa de la agresión: falta de concentración, empeoraron en los estudios, necesitaban ir acompañadas en todo momento al entrar y al salir de casa. El estrés postraumático también causó a las dos víctimas adolescentes problemas en el desarrollo de su madurez. Durante la celebración del juicio, las afectadas declararon detrás de una mampara para evitar el contacto visual con el agresor.
En los cuatro casos por los que se le ha condenado, Diego Nicolás sorprendió a las víctimas por la espalda cuando entraban la portal de su casa. Luego blandía un cúter amenazándolas y forzándolas hasta consumar la agresión sexual.
La identificación del sospechoso se produjo gracias a las imágenes captadas por una cámara de seguridad de una sucursal situada en el recorrido por donde el acusado debió pasar después de cometer la violación. Además las víctimas reconocieron a Diego Nicolás como el individuo que las agredió y las muestras de esperma recopiladas coincidieron con el perfil genético del acusado.
La investigación para detener al violador del cúter se prolongó durante meses ya que el agresor estuvo un tiempo sin actuar, cambió de aspecto, tenía un trabajo normal y vivía con su novia, con la que tenía planes de boda y que no sospechaba nada.