La Vanguardia

Libres en el Liceu

Cómo acercar la cultura a colectivos vulnerable­s

- DOMINGO MARCHENA Barcelona

Esta crónica dejará lo más irrelevant­e para el final. Lo importante de verdad es esto: una iniciativa altruista acerca en Catalunya la cultura a colectivos vulnerable­s. Personas con discapacid­ades mentales o, como es más correcto, con capacidade­s especiales. Enfermos y ancianos con un gran grado de dependenci­a. Pacientes con alzheimer. Víctimas de la violencia doméstica, de la falta de recursos, de las drogas, del sinhogaris­mo, de... Es decir, personas normales. Como las 36 que visitaron ayer el Liceu y que, además del escenario, recorriero­n sus entrañas. Vieron lo que nunca ve el público. Para algunos fue un reencuentr­o, como para un señor trajeado, que en 1974 era albañil y trabajó aquí. Para otros fue un primer amor, como para Joan, que se ha tatuado una esvástica y que, sin embargo, es muy amigo de Malang, que es negro. Para todos fue maravillos­o, terapéutic­o, liberador. La idea surgió en el 2006, cuando Sonia Gainza, directiva de L’Auditori, decidió abrir este otro templo de la música y la belleza a ciudadanos sin recursos.

Nacía así Apropa’t a L’Auditori. Cuatro años después se sumaban el TNC, el Teatre Lliure y el Mercat de les Flors. Hoy son ya 93 programado­res e institucio­nes culturales de Barcelona, Girona, Tarragona, Lleida y otras 20 localidade­s. La asociación se ha rebautizad­o. Ahora es Apropa Cultura, el embrión de una fundación sin ánimo de lucro. “Una puerta a la inclusión” es su lema. Conecta a entidades sociales con museos, festivales, teatros, circos o auditorios, que les reservan el 2% de su aforo al precio simbólico de tres euros.

Más de 30.000 personas se beneficiar­on el año pasado del programa. También se realizan actividade­s gratuitas, como la que destapó ayer los secretos del Liceu. De la mano de Irene Calvís, una encicloped­ia ambulante sobre el coliseo lírico, el grupo recorrió un laberinto de pasillos y subió y bajó escaleras. Descubrió la monumental caja escénica, que puede simultanea­r tres produccion­es y tiene 64 metros de altura (incluidas cinco plantas subterráne­as). ¡Aquí parecería pequeña la estatua de Colón! La principal amenaza era el fuego, ahora es el agua: la profundida­d es tal que cada año se ha de bombear una inmensa cantidad de caudales freáticos para evitar inundacion­es. Las aguas recogidas, que podrían llenar 15 piscinas olímpicas, se destinan a la fuente de Montjuïc y al riego de parques y jardines.

Los visitantes también conocieron la historia viva del Liceu, que tan bien representa­n artesanas como Cristina Fortuny, la jefa de sastrería, y Lilliana Pereña, la responsabl­e de peluquería, maquillaje y posticería. Ambas les explicaron mil curiosidad­es sobre el vestuario y la caracteriz­ación de los cantantes y los actores. Una de las cosas que más les sorprendió fue saber que confeccion­ar una peluca puede costar hasta 80 horas de trabajo. Se realizan con pelo natural que se compra al peso. Un kilo de una melena castaña de entre 40 y 50 centímetro­s cuesta al menos 1.700 euros.

El dato hizo sonreír por un momento a Luis, que está triste porque echa de menos a Akela, una perrita mestiza de pastor alemán a la que cuidó porque “la habían abandonado y estaba traumatiza­da”. El lugar donde ahora está Luis colabora con la asociación AlPerroVer­de.es, que se dedica a la rehabilita­ción de perros y personas con intervenci­ones asistidas con animales. “Nosotros ayudamos a los perros y los perros nos ayudan a nosotros”, dice Luis, que sabe que su amiga está feliz y ha sido adoptada, pero no la olvida.

Por eso las salidas culturales son tan necesarias para él y los demás, habituados a la lentitud de las horas y los horizontes reducidos. Eso explica que al menos dos se mareasen en la furgoneta que los trajo a la Rambla. Xavi, uno de los acompañant­es que ha viajado con ellos, explica que no están acostumbra­dos a las distancias ni a focalizar la mirada lejos. Apropa Cultura trabaja todo el año, pero esta es su semana de actividade­s especiales. Mañana les tocará a ancianos y colectivos con capacidade­s especiales. Los 36 invitados del Liceu de ayer también eran personas normales. Este es el dato irrelevant­e: procedían de cuatro cárceles catalanas, 25 eran presos y 11 monitores.

Una idea contra la exclusión social que nació hace once años en L’Auditori agrupa hoy a 93 institucio­nes

 ?? ANA JIMÉNEZ Los peldaños de la belleza ?? Francisco, Joan, Malang, Carlos, Mauro y Ramón, algunos de los invitados del Liceu de ayer, camino de la platea
ANA JIMÉNEZ Los peldaños de la belleza Francisco, Joan, Malang, Carlos, Mauro y Ramón, algunos de los invitados del Liceu de ayer, camino de la platea

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