La expresidenta argentina vuelve a los juzgados
La expresidenta y senadora electa argentina, Cristina Fernández, negó ayer ante el juez Claudio Bonadio haber tratado de encubrir el atentado antijudío de la AMIA con el acuerdo que su gobierno firmó en el 2013 con Irán para interrogar a los supuestos inductores de aquella matanza, que en 1994 dejó 85 muertos en Buenos Aires. “No tuvimos ningún otro propósito al suscribir el memorándum de entendimiento que lograr un avance mediante la toma de declaraciones a los imputados iraníes, única forma de que la investigación en curso saliera del punto muerto en que se encuentra”, indicó Fernández en un escrito presentado ante el juez. La exmandataria kirchnerista es investigada en una causa que inició el fiscal Alberto Nisman en el 2015, poco antes de aparecer muerto de un disparo en su casa. Fernández, que ya está procesada en otras tres causas –dos por corrupción–, visitó los tribunales federales de Buenos Aires un día después de que lo hiciera su exministro de Planificación, Julio De Vido, que el miércoles fue detenido y encarcelado por corrupción tras perder ese mismo día su inmunidad parlamentaria como diputado tras una votación en el Congreso. “Quieren hacer callar a la oposición en el Parlamento, el Gobierno está atrás de esto con sus operadores judiciales”, declaró la expresidenta a la salida de los juzgados.