Toda la red de metro será accesible en 2023
La Generalitat invertirá más de 100 millones en la adaptación del 100% de las estaciones de TMB a personas con movilidad reducida
El objetivo es que todas y cada una de las estaciones de la red de metro de Barcelona sea accesible para personas con movilidad reducida. No es un reto nuevo, se marcó hace 25 años, en pleno desarrollo olímpico. Desde entonces, algunas épocas más, otras menos, se han ido reformando estaciones e instalando ascensores para hacerlas accesibles. 31 años después, si se cumplen la previsiones, el 100% de la red de metro debería estar adaptada, sin ninguna barrera arquitectónica para personas en silla de ruedas o con carros de bebé.
Desde julio se encuentra en obras la estación de Jaume I, donde se están instalando dos ascensores y rampas en los vestíbulos. El año que viene se ejecutarán trabajos similares en Vallcarca y para 2019 quedará Ciutadella-Vila Olímpica. El resto de estaciones por adaptar son importantes intercambiadores como Plaça Espanya, Plaça de Sants, Urquinaona, Clot, Verdaguer y Maragall. Todas estas reformas se prevé que sean licitadas entre 2019 y 2021 y que acaben convirtiéndose en una realidad accesible para todos dentro de seis años, en 2023, según el Departament de Territori i Sostenibilitat.
Las inversiones de la Generalitat han sido acordadas con Transports Metropolitans de Barcelona (TMB), que a través de su presidenta, Mercedes Vidal, celebró ayer la lluvia de millones anunciada pero también recordó al Govern “el retraso en el mantenimiento de las infraestructuras”.
La suma total de los trabajos de accesibilidad cuenta con un presupuesto de 102,5 millones e incluye la finalización de la estación Ernest Lluch de la línea 5, en la que se invertirán 17,2 millones para abrir una parada con una boca de metro en Barcelona y la otra en l’Hospitalet.
La Generalitat también anunció ayer un programa extraordinario de mantenimiento por valor de 145,5 millones de euros con actuaciones de modernización para mejorar la fiabilidad y asumir el crecimiento de la demanda que pueda ser necesario en un futuro no muy lejano. En 2016 se registraron 381,5 millones de viajes y este año se prevé superar la cifra pese a la decena de jornadas de huelga acumuladas.
Entre las obras anunciadas destacan la construcción de una nueva cochera en la línea 1, la ampliación de la de la línea 3, la renovación de la señalización ferroviaria y el incremento de la potencia de la energía de tracción, entre otras inversiones que saldrán a concurso público entre 2018 y 2020. Para entonces se espera que estén acabadas las obras de construcción de la línea 10, que si se cumple el calendario llegará a la Zona Franca en julio del año que viene.
Un plan extraordinario también prevé inversiones en nuevas cocheras para atender la demanda creciente