Un modelo de éxito
Las entregas de vehículos a clientes suben un 13,4% y el beneficio operativo, un 12,3%
Las ventas de Seat siguen creciendo gracias al empuje de los nuevos modelos lanzados, especialmente del Ateca, y en los nueve primeros meses del año se han elevado un 11%, hasta alcanzar la cifra de 7.255 millones de euros, según los últimos datos facilitados por la compañía automovilística.
Las ventas de Seat siguen creciendo gracias al empuje de los nuevos modelos lanzados, especialmente del Ateca. En los nueve primeros meses del año se elevaron un 11% y alcanzaron la cifra de 7.255 millones de euros, según datos facilitados ayer por la compañía. En el mismo periodo, las entregas a clientes aumentaron un 13,4% y se situaron en 354.900 vehículos, 436.000 si se incluye el Audi Q3, fabricado en Martorell, con lo que el alza interanual es del 9,1%. El resultado operativo en los tres primeros trimestres del 2017 ascendió a 154 millones, un 12,3% más. La filial española de Volkswagen va camino de cerrar otro ejercicio histórico, el tercero consecutivo con resultado positivo desde que en 2015 volvió a la rentabilidad tras seis años de pérdidas.
La compañía explica esta buena evolución del negocio con la “ofensiva de producto de la marca, la mayor de su historia”, que incluye el Ateca, que se lanzó al mercado en julio del año pasado; del nuevo Ibiza, disponible desde el pasado junio, y del Arona, que acaba de llegar a los concesionarios. Las cifras hechas públicas ayer recogen, básicamente, el impacto del primer modelo, el SUV (todoterreno urbano) mediano de la firma, fabricado en una de las plantas de Skoda de la República Checa. Tiene más margen de beneficio que los otros y, al aumentar su peso en el mix de ventas, ha contribuido a una mejora global de los beneficios.
La buena marcha de Seat tiene un reflejo directo en su planta de Martorell, que está al 90% de su capacidad efectiva. Las próximas incorporaciones a las líneas de producción serán, el año que viene, el nuevo Audi A1 y el SUV grande (cuyo nombre será Alborán, Aranda, Ávila o Tarraco) y, en 2019, la nueva generación del León.
También ayer, el presidente de Seat, Luca de Meo, reclamó ayer a la industria española una apuesta por la digitalización para poder competir con los países más avanzados. En la conferencia inaugural de la Jornada dels Economistes 2017, organizada por el Col·legi d’Economistes de Catalunya, el directivo animó a adoptar este cambio porque supone un incremento adicional del 4,9% de los ingresos en los próximos cinco años, la creación de 1,25 millones de puestos de trabajo cualificados, una reducción de hasta el 20% de los costes, así como un aumento de la productividad del 8% y del 4% de la eficiencia.
El máximo responsable de la firma de Martorell se mostró convencido de que el automóvil será “la segunda plataforma después del móvil” en la economía del futuro y defendió la necesidad de profundizar en los procesos comerciales a través de internet. Así, Seat ya vende exclusivamente vía web en Noruega, y en Austria y Alemania está realizando una prueba para solicitar online un coche en cinco clics y recogerlo en la tienda dos semanas después.
Los resultados de los nueve primeros meses de Seat forman parte de las cuentas globales presentadas ayer por el grupo Volkswagen. El consorcio con sede en la ciudad alemana de Wolfsburgo obtuvo hasta septiembre un beneficio, en este caso neto, de 7.735 millones, un 30,8% más que en el mismo periodo del 2016. En lo que va de año, se han matriculado 7.806.700 vehículos de sus doce marcas, un 2,6% más.
El presidente de Volkswagen, Matthias Müller, afirmó que los resultados presentados ayer “son impresionantes” y resaltó que reflejan la confianza de los clientes de todo el mundo en las marcas del grupo y en sus productos. El margen operativo de 2017 se espera que supere “moderadamente” la previsión inicial de entre 6% y el 7%, y que los ingresos crezcan más del 4%.
En el tercer trimestre, el resultado fue un 31,3% inferior al de un año antes debido a las provisiones destinadas a sufragar los costes relacionados con el dieselgate en Estados Unidos –reparación y recompra de vehículos–, cifradas en unos 2.500 millones. Desde que estalló el escándalo por la manipulación de motores, en septiembre de 2015, el consorcio alemán ha dedicado 26.000 millones a subsanar este asunto.
El grupo Volkswagen gana un 30,8%más, pese a las nuevas provisiones millonarias destinadas al ‘dieselgate’