Polonia condena la visita del líder supremacista blanco de EE.UU.
El Gobierno de Polonia ha manifestado su “firme oposición” a los planes del supremacista blanco estadounidense Richard Spencer de visitar Varsovia, aunque no se ha pronunciado sobre si prohibirá su entrada al país.
Spencer, de 39 años y líder de un movimiento de extrema derecha que aglutina a miembros del Ku Klux Klan y neonazis, ha sido invitado por un grupo ultranacionalista polaco a una conferencia con motivo del día de la Independencia de Polonia, que se celebra el 11 de noviembre.
El ministro de Exteriores, Witold Waszczykowski, calificó ayer a Spencer como una persona “que difama lo que ocurrió en la Segunda Guerra Mundial, que difama el Holocausto” y dijo que “no debería aparecer en público, especialmente en Polonia”.
En un comunicado publicado el jueves, el Ministerio de Asuntos Exteriores expresó su “firme oposición a la visita en Polonia de gente que propaga ideas racistas, antisemitas y xenófobas”.
“A nuestro juicio, las controvertidas actividades de Spencer, con una defensa de valores ligados al nazismo, no se corresponden con el carácter y la seriedad del día en el que se conmemora que Polonia recuperó su independencia”, añade el texto.
Sin embargo, el Gobierno polaco, en manos del partido conservador católico Ley y Justicia, no dijo si Richard Spencer verá denegada su entrada en Polonia. Al ser ciudadano estadounidense, no necesita visado.
El Congreso Nacional Socialista (KNS), un nuevo grupúsculo de extrema derecha, anunció en Facebook la participación de Spencer en una conferencia el viernes 10 de noviembre sobre “la Europa del futuro”.
Spencer está detrás de la marcha ultraderechista celebrada en agosto en Charlottesville (Virginia), que acabó con una manifestante antifascista muerta. En octubre del 2014, Hungría prohibió una conferencia que había organizado Spencer y cuando éste trató de llevar a cabo una reunión informal, fue detenido, deportado y se le prohibió entrar en la zona Schengen durante tres años.
El lunes pasado, el Comité Judío de EE.UU. (AJC, por sus siglas en inglés), que abrió a principios de año una oficina en Varsovia, protestó contra la visita del líder ultra a Polonia y pidió a las autoridades que lo impidan.
La Marcha de la Independencia, organizada cada año el 11 de noviembre en Polonia por movimientos de extrema derecha, suele acabar en enfrentamientos de los ultras con izquierdistas o con la policía. Los detractores de Ley y Justicia acusan al Gobierno de alentar a los grupos de extrema derecha con su discurso ultranacionalista.