PP y PSOE preservan su unidad en el 155 tras una intensa negociación
El Senado aprueba aplicar las medidas del Gobierno por abrumadora mayoría
“Estamos ante una decisión excepcional. Se adopta porque la situación también lo es, excepcional, y con consecuencias muy graves para muchísimas personas”. Mariano Rajoy compareció ante el pleno del Senado, ayer a las diez de la mañana, y advirtió a la cámara de la gravedad del momento y de la trascendencia de la decisión. Seis horas después, tras un prolongado, intenso y en ocasiones bronco debate parlamentario en el hemiciclo, y en paralelo de unas negociaciones a puerta cerrada entre el PP y el PSOE igualmente con momentos de alta tensión, el pleno del Senado ratificó, por una amplísima mayoría de votos, las medidas aprobadas el pasado sábado por el Consejo de Ministros en el marco del artículo 155 de la Constitución para frenar en seco el proceso independentista en Catalunya. El botón nuclear está pulsado y a disposición del Gobierno, por tanto, por vez primera en casi cuarenta años de democracia en España.
El presidente del Gobierno explicó sus razones. “No hay otro remedio”. Fijó los objetivos en volver a la legalidad, recuperar la confianza, mantener los altos niveles de crecimiento económico y creación de empleo y celebrar unas elecciones en Catalunya lo antes posible. Y destacó, como principal medida para lograrlo, el cese de Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y los consejeros del Govern, cuyas funciones asumirán los órganos o autoridades que designe el Gobierno. “La historia no va a juzgar exclusivamente las desmesuras, los abusos o las ilegalidades a que estamos asistiendo en Catalunya; juzgará también a los que somos responsables de elaborar una respuesta y juzgará nuestras voluntades en esa respuesta”, advirtió Rajoy. Y confió en que “lejos de egoísmos de partido, cálculos electorales, inclinaciones ideológicas o pequeñas mezquindades, sepamos ofrecer un gesto y dar una respuesta que esté a la altura de lo que esperan de nosotros todos los españoles”.
Seis horas después, el presidente del Senado, Pío García escudero, llamó a votar. Aún después de tan largo y farragoso debate parlamentario, pidió la palabra in extremis el portavoz de Unidos Podemos, Ramón Espinar, para reclamar que se leyera en alto el artículo 155 de la Constitución antes de proceder a la votación. “Todos los senadores tienen un ejemplar de la Constitución, muchas gracias”, atajó García Escudero. Y se votó.
La propuesta que la víspera emanó de la comisión conjunta de las comisiones general de las comunidades autónomas y constitucional, con 262 senadores presentes en el pleno del total de 266 escaños, fue aprobada por 214 síes, 47 noes y una abstención. Votaron a favor el PP y sus aliados de Foro Asturias y UPN. Y ampliaron la mayoría absoluta del PP, además, el PSOE, Ciudadanos y Coalición Canaria. A la aplicación del 155 se opusieron Unidos Podemos y sus confluencias, ERC, PDECat, PNV, Compromís y EH Bildu, mientras que la abstención correspondió a Nueva Canarias. Tras comunicar su decisión a Pedro Sánchez y Miquel Iceta, el único senador del PSC, el expresident José Montilla, optó por ausentarse del hemiciclo y no votó. También lo hizo, por la misma razón, el expresidente balear Francesc Antich. Dentro del apartado de anécdotas, un senador del PP se equivocó y votó en contra.
El texto final se ratificó con la incorporación de tres votos particulares previamente aprobados. El que se estuvo negociando toda la jornada, con altibajos, fue la enmienda del PSOE que reclamaba evitar el control de los medios de comunicación públicos de Catalunya. Hubo momentos en que estuvo roto el posible acuerdo, pero finalmente el PP aceptó excluir dicha intervención entre las medidas del 155. Pese a las tensiones, PP y PSOE acabaron preservando su unidad. Previamente, y ante la constatación de que Puigdemont renunció a convocar elecciones para acelerar hacia la declaración unilateral de independencia, fue el propio portavoz socialista, Ander Gil, quien retiró la otra enmienda que se venía negociando con el PP desde la víspera para frenar el 155 si el presidente de la Generalitat llamaba a las urnas. Y junto a otra enmienda del PP, también se aprobó el voto particular de Coalición Canaria, que suprimió el plazo de 30 días que se atribuía el Gobierno para vetar toda iniciativa que pudiera emanar del Parlament.
INTERVENCIÓN EXCLUIDA
Los socialistas logran imponer su veto a que el Ejecutivo controle los medios públicos
MAYORÍA ABSOLUTA REFORZADA Los populares consiguen ratificar la intervención con el sí del PSOE, Cs y CC