Girona quiere una fiesta
El club catalán y el madridista preparan con normalidad el duelo de mañana
El fútbol quiere sumarse este año a la fiesta mayor de Sant Narcís de Girona y, coincidiendo con la festividad del patrón de la ciudad, Montilivi se prepara para vivir uno de los partidos más importantes de su historia para el que ya no queda ni una sola entrada desde unas horas después de que se pusieran a la venta. La visita del Real Madrid por cuarta vez –hace 37 de la última, en 1980, y nunca hasta ahora en competición oficial– bien lo vale y no se contempla ningún aspecto que pueda estropearlo.
Por eso sorprende en Girona que El Transistor de Onda Cero informara el jueves de que el partido está en riesgo de suspensión por la situación política. “El domingo se jugará y no pasará nada. Aquí nunca ha pasado nada y no hay que tener miedo”, exclamaba de forma contundente el lateral del Girona, Aday Benítez, después del partido de Copa contra el Levante. En este mismo sentido, también se expresaba ayer Borja García, natural del municipio madrileño de Torremocha de Jarama y exjugador del Madrid Castilla: “Será un partido muy especial contra el que, hoy por hoy, es el mejor equipo del mundo. El partido tiene que ser una fiesta en Montilivi, donde todo el mundo siempre ha sido bien recibido”.
Incluso el técnico, Pablo Machín, lanzó un mensaje de tranquilidad, si bien era más comprensivo: “Es normal que con la situación política actual haya preocupación. Todo el mundo la tiene y hay incertidumbre en el ambiente. Pero también sé que la afición del Girona es ejemplar y los recibiremos de la mejor manera posible. Disfrutaremos y competiremos”, añadía.
Declaraciones que se sumaban a las que ya había hecho esta semana el entrenador del Real Madrid, Zinédine Zidane. “Vamos a jugar un partido de fútbol y creo que tendremos la seguridad que siempre hemos tenido. Sólo es un partido, no tenemos que pensar en lo que pueda pasar fuera”. Una tarea que es responsabilidad de los Mossos d'Esquadra, que ya han establecido un dispositivo–similar al del Barça– para garantizar el normal funcionamiento del partido. Además, tampoco existe ninguna iniciativa organizada por parte de la afición local ni ningún tipo de amenaza adicional que les inquiete.
Tan es así que incluso desde el club blanco han decidido mantener el protocolo utilizado por los partidos a domicilio de las 4 de la tarde, viajar a última hora del sábado y hacer noche en la ciudad donde juegan al partido. La plantilla del Madrid se alojará en el hotel AC Palau Bellavista, el mismo por lo que se decantaron los blaugrana en su visita a Girona hace unas semanas. Además, Florentino Pérez también ha confirmado su asistencia al palco y, previamente, compartirá mesa con el presidente gerundense Delfín Geli en la tradicional comida de directivas. La única excepción que se mantiene, a estas alturas, es la utilización de un autobús de alquiler para moverse por la ciudad para que el oficial, según el Madrid, pueda estar en Londres el martes a disposición de una plantilla que el miércoles tiene partido de Champions contra el Tottenham.
ZINÉDINE ZIDANE
“Vamos a jugar un partido de fútbol y tendremos la seguridad que siempre hemos tenido”