UN DEBATE SIN HISTERIAS
El diario conservador del grupo Dassault acusó a los independentistas, en una tribuna del consejero de Estado JeanÉric Schoettl, de “intolerantes y autoritarios” por “querer extirpar la parte hispánica” que los catalanes llevan dentro. En el referido coloquio del barrio Latino, los tonos fueron mucho más sosegados. No había ibéricos en el público, gente predominantemente madura y más bien inclinada a la izquierda, con lo que el ambiente se benefició de la ausencia de pasión de quienes no están emocionalmente implicados. Los ponentes eran los profesores Cyril Trépier y Christian Hoarau, que ofrecieron muchos elementos de historia, de sociología electoral y demás, para intentar dilucidar el enigma que el asunto plantea a los franceses: ¿por qué en uno de los países más descentralizados de Europa, una de las regiones con mayor soberanía y competencias autónomas quiere independizarse? Tanto Trépier como Hoarau tienen libros publicados sobre Catalunya, uno de ellos con prólogo de Artur Mas. El segundo resumió la situación a la que se ha llegado en dos elementos explicativos: primero, el Estado privilegió la inercia y cuando se dio cuenta de que el asunto estallaba fue a la confrontación y segundo, los independentistas apostaron por la ruptura con mediación de la UE, algo poco realista, en defecto de un pacto.