Zoido sustituye a Trapero por el comisario de Mossos Ferran López
La policía catalana empieza a retirar los escoltas a los consellers destituidos
Desde el entorno de Josep Lluís Trapero y de su sustituto al frente de los Mossos d’Esquadra, Ferran López, se trasladó ayer la misma respuesta a la pregunta ¿cómo está?: “Sereno”.
A las cuatro de la madrugada, el Boletín Oficial del Estado publicó el cese de Trapero al frente de la policía catalana. Mantiene su galón de mayor y está a la espera de que el nuevo jefe le asigne una tarea. Una cosa sí hará: facilitar el trabajo de su sustituto.
Ese es el mensaje que el mayor trasladó ayer a Ferran López en el breve encuentro que ambos mantuvieron en la comisaría de Egara. Y eso mismo, “lealtad” a los nuevos mandos, pidió Trapero a los mossos en la carta de despedida que les envió minutos antes de que el Ministerio del Interior hiciera público el nombre del comisario que desde ya manda en la policía catalana.
También Ferran López quiso dirigirse a los Mossos. Lo hizo en un breve comunicado en el que les pidió trabajar “con la misma profesionalidad y lealtad” que “habéis demostrado en todo momento”. Les comunicó que mantenía “intacta” la actual estructura de mando y el normal funcionamiento del cuerpo. Por el momento, no hay voluntad de cambiar nada. Y ya veremos si se ejecutan unos cambios ya anunciados de palabra, que se han ido aplazando, y que afectan, entre otras, a la División de Investigación Criminal (DIC).
Una de las primeras decisiones tomadas fue la de retirar, paulatinamente, el servicio de escolta a todos los consellers destituidos. Algunos mantenían todavía ayer la vigilancia. Fuentes conocedoras de esta decisión destacaron anoche que la medida es la que siempre se toma cuando cesa el responsable de un departamento. Y explicaron que si alguno entiende que tiene una situación de riesnas, go, los Mossos serán los encargados de valorarlo y actuar en consecuencia. Sí mantiene parte de su escolta Carles Puigdemont, al que se le vio al mediodía pasear con su familia por el centro de la ciudad de Girona, pero junto a
una vigilancia policial mínima.
En los últimos días, el Ministerio del Interior estuvo barajando varios nombres para suceder a Trapero al frente de los Mossos. Sabían que no sería una decisión fácil, porque en las últimas sema- tras la gestión de los atentados terroristas de agosto y su citación como investigado en la Audiencia Nacional, buena parte de los mandos y de la tropa había cerrado filas en torno al mayor.
El ministro Juan Ignacio Zoido dio instrucciones para que el sustituto fuera otro mosso, un comisario. Pretende que la tutela sobre la policía catalana comporte el menor trauma posible a la organización. Barajaron varios nombres. Algunos comisarios en activo, que llegaron a Mossos procedentes de la Policía Nacional o de la Guardia Civil, fueron valorados, pero ni siquiera se les llegó a tantear. Sí fueron sondeados discretamente dos mossos en excedencia.
En la elección final tuvo mucho que ver el coronel de la Guardia Civil Diego Pérez de los Cobos. Alto cargo de Interior, en su momento fue designado coordinador policial de los dispositivos que debían evitar la celebración del referéndum del 1 de octubre. A sus últimas
El jefe cesado no pierde el galón de mayor, está a la espera de destino y facilitará el trabajo de su sucesor
convocatorias acudió el comisario Ferran López. Ya se conocían de Madrid, de las reuniones en el ministerio para la valoración de la amenaza antiterrorista. La comunicación era fluida, y De los Cobos puso su nombre sobre la mesa.
Al principió pesaron en su contra las imágenes del comisario López junto al otro número dos de Mossos, Joan Carles Molinero, acompañando a Trapero hasta la puerta de la Audiencia Nacional. De hecho, cuando Zoido descolgó el teléfono para hablar con López y saber si estaba dispuesto a sustituir al mayor, el ministro valoró la “lealtad institucional” del comisario hacía el que hasta ayer era su jefe y a los Mossos, según explicaron ayer fuentes no oficiales del ministerio del Interior.
López comunicó personalmente su nombramiento a cuatro de sus comisarios, en un encuentro que celebró en Egara.