Fieles a la Reforma
Los cristianos protestantes están de enhorabuena. Este martes 31 de octubre se celebra el quinto centenario de la Reforma, un proceso que marcó la historia de Europa y de las religiones del mundo, y que se gestó en tierra alemana. En ese día de 1517, víspera de la festividad de Todos los Santos, el agustino Martín Lutero publicó sus 95 tesis contra la venta de indulgencias para financiar la construcción de la nueva basílica de San Pedro, en abierta crítica a los modos corruptos en que había caído la Roma papal.
Según la tradición, Lutero clavó sus tesis en la puerta de la iglesia de Todos los Santos de Wittenberg –también llamada iglesia del Castillo–, pero ese acto no está documentado. Si bien la potente imagen de Lutero empuñando martillo y clavos para colgar el papel en la puerta ha generado durante siglos una formidable iconografía popular, los historiadores coinciden en que los hechos no ocurrieron así. El indignado Lutero publicó sus tesis, las envió a las personas que juzgó oportunas.
En todo caso, su acción acabaría generando cambios cruciales para la cristiandad. Según la Federación Luterana Mundial (LWF, por sus siglas en inglés), en la actualidad hay 72 millones de luteranos repartidos en 98 países. A ello hay que añadir que todas las confesiones protestantes y evangélicas surgidas desde el siglo XVI beben de los postulados de Lutero. En total, pues, se remiten de un modo u otro a la corriente religiosa iniciada por el teólogo alemán unos 900 millones de personas, entre protestantes históricos y fieles de credos evangélicos posteriores, es decir, en torno al 37% de todos los cristianos del mundo. (La cifra global de cristianos ronda los 2.300 millones, según el estadounidense Pew Research Center, de los cuales la mayoría son católicos: 1.285 millones, según estadísticas de la Santa Sede. Ambas cifras, las últimas disponibles, se refieren al año 2015.)
En Alemania, cuna de la Reforma, hemos vivido un año jubilar lleno de exposiciones, conferencias, conciertos, fiestas, peregrinaciones y encuentros, algunos de ellos ecuménicos. El jubileo culminará pasado mañana, fecha exacta del aniversario, con un servicio religioso en la iglesia del Castillo de Wittenberg. Aunque admito que mi colofón preferido es el que tendrá lugar entre las 22 horas de mañana lunes y las 8 horas del martes. Será la larga noche del padrenuestro, organizada por la Iglesia Evangélica en Alemania (EKD, por sus siglas en alemán), con plegarias, canciones, cuentos, entrevistas y juegos en torno a esta oración cristiana fundamental.
Ha sido este un año de reflexión y debate para los protestantes del mundo, no sólo en aquellos países en los que el protestantismo goza de mayor arraigo –como Estados Unidos, Suiza, Países Bajos, o los países escandinavos–, y en lugares donde está experimentando expansión (hoy hay más protestantes en Nigeria que en Alemania), sino también en aquellos donde no es la confesión mayoritaria. En España –con millón y medio de fieles evangélicos, de ellos 150.000 en Catalunya–, hay todo un calendario de cultos solemnes y de actividades para estos días detallado en la página web 500reforma.org. Hoy mismo se celebran jornadas de puertas abiertas en todas las iglesias evangélicas catalanas.
En ese debate destaca el esfuerzo por comprender y valorar hasta qué punto el gesto de Lutero desencadenó un cambio histórico global. Martín Lutero (1483-1546) defendió un concepto que se revelaría trascendental para el destino de la Reforma: la obligación de todo cristiano de someterse por completo a las Sagradas Escrituras. En su perspectiva, ninguna interpretación de los Evangelios, inspirados por Dios, podía considerarse fiable por sí misma. Algunos historiadores y politólogos han visto ahí un germen de la libertad de pensamiento en el ámbito occidental.
Carlos Eire, historiador de la Universidad de Yale, especialista en historia política y religiosa de la Europa medieval y moderna, lo resume así en su libro del 2016 Reformations (reformas, pues atención, incluye también a la Contrarreforma católica): “Sería erróneo decir que Lutero cambió el mundo con su sola mano, o que 1517 fue el comienzo absoluto de una nueva época, pero decir que nada fue lo mismo después del acto de desafío de Lutero es conformarse con una subestimación. Lo que él puso en marcha en 1517 no sólo cambió el mundo tal como era entonces; continúa dando forma a nuestro mundo actual y definiendo quienes somos en Occidente”.
Interesante: un sondeo de la Fundación Bersier, protestante, y del instituto demoscópico IFOP (ambos con sede en Francia) señala que el 60% de los franceses y el 72% de los alemanes consideran que las sociedades europeas están cada vez más impregnadas de valores protestantes. Para reflexionar.
Los protestantes del mundo celebran el quinto centenario de las 95 tesis con que Martín Lutero generó cambios cruciales para la cristiandad