El hombre que habla con los qubits
Toni Juan, arquitecto de computadores, fundador de Metempsy
Dicen los expertos que quien controle la computación cuántica controlará el futuro, y en ello trabajan países, instituciones y grandes empresas. O pequeñas, como Metempsy, de Barcelona, que tiene el encargo de Microsoft de diseñar el ordenador que tendrá que hacer funcionar su primer ordenador cuántico.
El fundador de Metempsy, Toni Juan, es un arquitecto de computadores que ya fue responsable de diseñar para Intel el procesador del que durante tres años fue el ordenador conocido más potente del mundo. Ahora diseña un ordenador para controlar un ordenador cuántico, pero asegura que de cuántica no entiende. “Si crees que has entendido la física cuántica es que no te la han explicado bien”, bromea, después de compartir una charla con José Ignacio Latorre, catedrático de Física Teórica de la UB. Entre los dos intentaron explicar, en la Societat Econòmica Barcelonesa d’Amics del País, la importancia de la computación cuántica. “La sociedad da por supuesto que las cosas funcionan, no hay que entender los 0 y los 1 para hacer funcionar un ordenador”, planteó Latorre.
En la computación cuántica, los qubits son la unidad de información. “Yo me creo que los qubits funcionan y no necesito saber de dónde salen o por qué funcionan”, dice Juan. “Los qubits tienen que estar prácticamente en el cero absoluto, aislados, y necesitamos hablar con ellos desde el mundo de radiación y de temperatura en el que vivimos. Los qubits son delicados, y les tienes que ir preguntando: ‘¿Va todo bien?’. Tiene que ser una comunicación intensa, hace falta mucha capacidad de cálculo tradicional para hablar con los qubits y programarlos”.
Toni Juan Hormigo nació en Eivissa en 1968, y su primer ordenador fue un Sinclair ZX81: tenía 1 kB de memoria, “con eso hoy no haces ni un tuit”. En Informática de la UPC se especializó en arquitectura de computadores, “similar a la de edificios: piensa cómo será, qué funcionalidad, a partir de unas restricciones o requisitos del cliente”. Hizo el doctorado, fue profesor asociado, “pero sólo había leído libros, era frustrante”. Y se fue a Digital Equipment, en Massachusetts, “que hacía los ordenadores de consumo más rápidos del mercado”. Era 1999, y Toni Juan estaba en un grupo que “exploraba el futuro para los equipos que hacían los procesadores”. Al cabo de un año, con otro profesor decidieron volver a Barcelona, “porque se vive mejor”. Y justo entonces Compaq compró Digital y les propuso abrir un laboratorio en la UPC. Y el 2001 Intel compró la división de microprocesadores de Compaq. “En Barcelona había más gente de lo que es habitual que sabía hacer cosas con ordenadores. La apuesta sobre todo de Mateo Valero convirtió el departamento de Arquitectura de Computadores de la UPC en uno de los más importantes de Europa”. Intel llegó a tener 70 personas en Barcelona, pero en el 2014 decidió concentrar equipos en EE.UU. y cerró el laboratorio. “No me interesó marcharme”, y empezó Metempsy con seis compañeros, ahora son 12, la mayoría ex-Intel. Hacen cosas de computación con memoria, de inteligencia artificial, y desde el 2015 el proyecto para Microsoft. Juan no da cifras, pero “nos va bastante bien”. Pero los méritos de la ciencia, cuando hay grandes empresas de por medio, no llevan nunca nombres y apellidos. “¡Yo soy un mercenario, trabajando para Microsoft no me haré millonario!”.
Su mujer también es informática, y a sus hijos, de 14 y 15 años, dice que no se les da mal, “pero intento que se dediquen a otra cosa”. Sorprende cuando dice que “a la informática no le veo recorrido como profesión de futuro como cuando yo empecé. Será una herramienta, como leer, el inglés o las mates, que necesitará todo el mundo para desarrollar su trabajo. Pero trabajar de informático tendrá menos gracia”. Dice que la inteligencia artificial es importante, “pero también lo es quien piensa modelos cognitivos, cómo aplicarlo”. Y ya metidos en teorías, cree que “pronto la mayor parte de la programación la harán ordenadores... Harán falta humanos para dirigirlos, pero el programa lo escribirá una máquina”.
Metempsy diseña el ordenador que controlará el primer ordenador cuántico de Microsoft
“Pronto la mayoría de la programación la harán ordenadores, y sólo habrá humanos para dirigirlos”