Un Festival de la Infància con orientación profesional
La histórica feria de Montjuïc se convierte en una muestra de oficios dirigida a los más pequeños
El tradicional Festival de la Infància de Barcelona abrirá estas Navidades una nueva etapa. Tal y como adelantó ayer la emisora RAC1, el histórico punto de encuentro y de diversión de miles de críos durante los últimos 50 y tantos años pasará a llamarse La ciutat dels somnis , se convertirá en una suerte de feria de orientación profesional, especialmente pensada para los más pequeños, para que los críos disfruten de un primer contacto con un montón de oficios y piensen en cómo les gustaría ganarse la vida cuando sean mayores mientras pasan un buen rato. Tendrá la forma de una gran ciudad en miniatura. La alcaldesa Ada Colau y los suyos se sienten más cómodos con este formato. No les gustaba que la administración local promoviera actividades familiares de pago. Asistimos a la última revisión municipal de las costumbres navideñas. Los castillos hinchables patrocinados por marcas de refrescos con azúcar y las atracciones promovidas por soldados y policías no les hacían ninguna gracia a los comunes.
El Consistorio, que desde las pasadas elecciones no hizo otra cosa que alejarse de este tradicional sarao, que hace dos años redujo su presencia a la de los bomberos y la unidad canina, que el año pasado no estuvo presente de ningún modo, volverá a tener un papel muy activo: prestará especial atención a la promoción de todas aquellas profesiones relacionadas con el cuidado de las personas y de la convivencia. Hace un par de años el principal reclamo del Festival de la Infància fue un espectáculo en torno a la popular Peppa Pig, uno de los últimos inventos de la industria del ocio para seducir a los más pequeños. Su imagen decora miles de productos de todo tipo. Soldados y policías, sin embargo, continuarán vetados en los palacios de Fira de Barcelona en Montjuïc. Los agentes de la Guardia Urbana y de los Mossos d’Esquadra disfrutaron un gran reconocimiento ciudadano luego de los atentados de mediados de agosto, pero... Los promotores de Fira ya llevaban tiempo pergeñando la reorientación del Festival de la Infància, y durante los últimos meses el gobierno de Colau les animó encarecidamente a encaminarse en esta línea. Una aportación extraordinaria de 140.000 euros fue uno de sus principales argumentos. Tradicionalmente la aportación municipal a este encuentro se reducía al pago correspondiente del espacio ocupado.
Fuentes de Fira de Barcelona detallan que La ciutat dels somnis abrirá muchos menos días que el Festival de la Infància, y ocupará una superficie bien inferior a la de otras ediciones, pero sus entradas serán mucho más baratas y su viabilidad económica mucho más firme. El palacio 1 acogerá una gran ciudad en miniatura donde los chavales interesados en la construcción podrán hacer sus primeros pinitos en el oficio con piezas de Lego, a quienes les llamen la atención los fogones dispondrán de cursos de gastronomía, aquellos niños más aficionados al motor tendrán la oportunidad de diseñar sus propios vehículos y luego conducirlos por un pequeño circuito... Y en una gran plaza de la Vila en miniatura el Ayuntamiento de Barcelona montará su tinglado en pro de la convivencia, justo enfrente del de la Generalitat. Los detalles de las actividades aún se están perfilando. Fira de Barcelona se plantea que los pequeños también tengan la posibilidad hacer de camareros en una terraza de cartón piedra o de encargados de un hotel. Estos extremos resultarían muy irónicos dadas las
NUEVO PLANTEAMIENTO ‘La ciutat dels somnis’ tomará la forma de una gran ciudad en miniatura
IMPLICACIÓN MUNICIPAL El gobierno de Colau apuesta de una manera decidida por la reforma
políticas municipales en materia de veladores y turismo.
“Los niños también tendrán a su alcance un centro tecnológico , juegos de química, varios talleres mecánicos –abundan las fuentes de Fira de Barcelona–... Y, además, un pequeño parque donde podrán aprender a cuidar el medio ambiente. La ciutat dels somnis es el resultado de la evolución del Festival de la Infància. No rompemos con nada. Simplemente nos adaptamos a los nuevos tiempos, tal y como hacemos con el resto de ferias comerciales que organizamos. Las nuevas tecnologías también estarán muy presentes estas Navidades”. La inauguración tendrá lugar como cada año el 27 de diciembre, pero la clausura se adelantará cuatro días. La fiesta de los niños terminará este año el día 30. Los recortes también afectarán al espacio. Sus 25.560 m2 se concentrarán en el palacio 1 y la plaza del Univers. En anteriores ediciones también se hizo uso de una parte del palacio 2. Las fuentes de Fira agregan que todos estos recortes harán cuadrar las cuentas del festival, que con esta nuevo planteamiento la entrada básica pasará de costar 12 euros a 6.
El abaratamiento de las entradas era una cuestión clave para que el gobierno municipal se implicara de nuevo en este sarao. La concejal de Infancia, Juventud y Personas Mayores, la socialista Carmen Andrés, también insiste en que La ciutat dels somnis no es el fin del Festival de la Infància, en que lo único que están haciendo es actualizarlo para garantizar su pervivencia, en que este asunto no ha de generar ninguna polémica. “Todos tenemos muchos recuerdos vinculados al Festival de la Infància, como hijos, como padres –prosiguió la concejal–. Este salón tiene una trayectoria muy larga, está muy vinculado a Barcelona... teníamos que renovarlo para que pudiera jugar el mismo papel. Todo será muy lúdico, pero mejor conectado a la vida cotidiana de la ciudad. El lema de la zona municipal será ‘yo, de mayor, quiero trabajar en Barcelona’. Es cierto que será más corto, pero de este modo se coordinará mejor con el resto de actividades que se desarrollen en el resto de la ciudad. Queremos continuar descentralizando las atracciones”. Y es que uno no puede sino recordar los intentos del gobierno de Colau restar protagonismo al alumbrado navideño, acordarse de aquella felicitación de las fiestas del solsticio de invierno publicada en la web del Ayuntamiento, rememorar el destierro a l’Hospitalet de la pista de hielo y la ocupación de la plaza Catalunya por una feria de cooperativas que llaman a otra manera de consumir.
La reforma rememora otras revisiones de costumbres navideñas promovidas por los comunes