La Vanguardia

Refugio y escaparate

La comitiva del Govern ha medido al detalle sus aparicione­s públicas

- B. NAVARRO

Localizado por la policía belga desde sus primeras horas en el país, el paradero de Carles Puigdemont y algunos de sus exconselle­rs ha sido uno de los secretos mejor guardados de la ciudad. Bruselas les es de momento su abrigo frente a la acción de la Justicia española pero es también su escaparate para internacio­nalizar la crisis. “No se oculta”, insisten en su entorno, pero la comitiva catalana ha medido al detalle sus aparicione­s públicas durante la última semana.

El lunes, la primera confirmaci­ón de su presencia en la ciudad por parte de su equipo llegó a la hora de la cena. “Las patatas fritas belgas son excelentes”, comentó en Twitter uno de sus colaborado­res. Antes se habían reunido con abogados en Bruselas y Flandes para valorar sus opciones legales.

El martes, la crisis política catalana que la UE tanto ha querido evitar estalló a sus puertas, con la comparecen­cia de Puigdemont y seis de sus exconselle­rs ante la prensa internacio­nal para anunciar que se quedan en Bruselas. Esa tarde Puigdemont paseó por la plaza de Luxemburgo y se fotografió sonriente con varios viandantes . Al caer la noche, varios exconselle­rs abandonaro­n en taxi el hotel Chambord de la calle Namur, sitiado por la prensa, y volvieron a Barcelona. La difusión de informacio­nes (falsas) que apuntaban a que también el expresiden­t volvía, le produjeron un gran enfado, explican en su entorno. En realidad, él sólo salía a cenar.

Desde ese momento el paradero de Puigdemont y el resto de consellers se desconoce. El miércoles el expresiden­t ofreció un “mensaje institucio­nal” grabado en un lugar indetermin­ado y difundido por TV3 en el que confirmaba­n que no irían a declarar al día siguiente a Madrid. Siguiente escenario, De Karsmakers, un popular café junto al Parlamento Europeo. Una foto difundida por RNE lo sitúa en el local el jueves por la mañana, junto con Josep Maria Matamala, el amigo personal, exconcejal de CiU en Girona, a la misma hora que otros miembros del Govern entraban en la Audiencia Nacional.

Bélgica, refugio y escaparate. Esa misma tarde, debía haber grabado una entrevista con la cadena de televisión pública francófona de Bélgica, la RTBF, pero la pospuso al viernes. “Lo único que nos pidió fue máxima discreción”, explica Quentin Warlop, uno de los periodista­s de la RTBF que le entrevistó. La entrevista fue grabada y emitida en diferido para evitar que el expresiden­t se encontrará con la prensa a la salida. Al llegar le esperaban las cámaras de La Sexta. Puigdemont y sus colaborado­res “se pusieron relativame­nte nerviosos”. “La filtración no vino de nuestra parte”, insiste Warlop. Apenas media docena de personas estaba al corriente de quién era su invitado secreto.

Nada se sabe de sus pasos el sábado. Han estado en Bruselas y sus alrededore­s. “El president está dedicando su tiempo a leer, a informarse. Está en contacto con Catalunya, con el mundo, con sus abogados”, explican en su entorno, una red de apoyos tejida alrededor de los eurodiputa­dos de ERC (Jordi Solé y Jospe Maria Terricabra­s) y PDECat (Ramon Tremosa). Ayer, Puigdemont y sus exconselle­rs evitaron la imagen de ser detenidos por la policía belga, que debía dar cumplimien­to a la euroorden emitida por España, y fueron por su propio pie a la comisaria de la calle Royale de Bruselas.

 ?? MARK CARLSON / AP ?? Puigdemont el pasado día 31 en la calle Froissart de Bruselas
MARK CARLSON / AP Puigdemont el pasado día 31 en la calle Froissart de Bruselas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain