Vilafranca pone en marcha el Camino del Vino
El recorrido, por un sendero interpretativo y experiencial, muestra la cultura vitivinícola combinando el entorno urbano y el campo
Vilafranca del Penedès ha inaugurado el Camino del Vino, un recorrido a través de los cinco sentidos para descubrir la cultura del vino. Combina campo y ciudad y busca posibilidades en el ámbito turístico, cultural, de naturaleza, deportivo, de salud y educativo. Es una iniciativa que forma parte del plan estratégico que se está impulsando en Vilafranca desde el 2014 para relanzar la ciudad. El alcalde vilafranqués, Pere Regull, ha dicho que el Camino del Vino es un proyecto más para potenciar la capital del Alt Penedès como un lugar “atractivo turísticamente”.
El itinerario tiene un primer tramo urbano desde la oficina de turismo, por la calle Oriol, el parque de Sant Julià, el Pla del Diable y hasta el camino de la Bleda, donde se inicia un paseo de 2 kilómetros entre viñas que finaliza en la Torre de las Aguas, que en un futuro será un centro de interpretación del agua. El recorrido permite aprender y disfrutar con toda la familia lo que ha supuesto a lo largo de la historia la viña y la cultura del vino para el territorio. Es un sendero interpretativo y experiencial de la cultura del vino, que combina el entorno urbano con los paisajes vitivinícolas. El proyecto, valorado en 350.000 euros, ha sido subvencionado al 50% por la dirección general de Turismo de la Generalitat. Según el director general de Turismo, Octavi Bono, “Vilafranca apuesta por su principal activo turístico: el mundo de la viña y el vino”.
Una de las estaciones, la de la calle del Camino de la Bleda, cuenta con un reloj solar analemático, que varía en función de la hora del día y la estación del año. La otra estación está situada al inicio del camino de la Bleda y dispone de unos paneles con fotos antiguas y donde se pueden escuchar canciones tradicionales relativas al mundo del vino.