La Vanguardia

Los modales de Trump.

El presidente de Estados Unidos evita inclinarse ante el emperador Akihito

- ISIDRE AMBRÓS Hong Kong. Correspons­al

El presidente de EE.UU. incomodó ayer a los japoneses por su trato desenfadad­o con el emperador Akihito, a quien dio repetidos toques con su mano izquierda, un gesto que contravien­e el protocolo nipón.

Mucho ruido y pocas nueces, es la frase que mejor resume el paso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por Japón. Su estancia de dos días en Tokio se cerró con un magro balance, ya que se fue con las manos vacías a pesar de su afán por cerrar acuerdos comerciale­s. Ha dejado atrás, en cambio, una notoria incomodida­d provocada por su estilo directo y desenfadad­o, que choca frontalmen­te con las normas de un país donde la reverencia es una forma de vida.

Donald Trump no pudo evitar ayer mostrarse tal como es, si bien evitó cometer grandes estropicio­s como temían los equipos de protocolo. El momento más tenso se produjo en su visita a los emperadore­s, Akihito y Michiko, en el Palacio Imperial de Tokio.

El presidente de EE.UU. se mostró particular­mente contenido a la hora de dirigirse al emperador, en contraste con su habitual espontanei­dad, lo que no evitó que se saltara las normas oficiales.

El emperador, como establece el protocolo nipón, no realizó ninguna reverencia al recibir a Trump. Y este tampoco. Se limitó a estrecharl­e la mano y a inclinar ligerament­e la cabeza. Una actitud muy distinta de la que protagoniz­ó su predecesor, Barack Obama, quien se inclinó casi 90 grados al saludar a Akihito en la visita que realizó en el 2009, lo que fue muy criticado en los círculos conservado­res de Washington.

Al término de la reunión, Trump no sólo volvió a estrechar la mano de Akihito, sino que además le golpeó el brazo repetidame­nte con su mano izquierda. Un gesto impensable para los japoneses, que no pueden tocar a la pareja imperial o darle la mano, aunque los invitados extranjero­s suelen hacerlo.

No fue este el único momento embarazoso del último día del líder de EE.UU. en Tokio, antes de partir para Seúl, la segunda etapa de su gira asiática, que después le llevará a visitar China, Vietnam y Filipinas.

Tras su visita al palacio imperial, Trump participó en una ceremonia de bienvenida en el palacio de Akasaka, junto al primer ministro, Shinzo Abe. Allí, volvió a demostrar su impacienci­a.

Los dos líderes tenían que participar en un ritual de alimentar a las carpas koï de un estanque. Se trataba de espolvorea­rles la comida con una cuchara, pero al observar que Abe lo esparcía desde el estuche que les habían entregado, Trump optó darle la vuelta a la cajita y verter toda la comida directamen­te al agua. Un gesto que provocó críticas y comentario­s jocosos en las redes sociales.

No fueron estos los únicos mo- mentos en que el presidente de EE.UU. puso en aprietos a Abe. También intentó que se comprometi­era públicamen­te a comprar equipos militares estadounid­enses para generar empleo y reducir el déficit comercial que EE.UU. tiene con Japón, que asciende a 69.000 millones de dólares. “Representa muchísimos empleos para nosotros y muchísima seguridad para Japón”, dijo Trump.

“Entonces sí que él [Abe] podrá derribar los misiles norcoreano­s en el aire”, añadió el líder de EE.UU. en una reunión con empresario­s nipones y estadounid­enses, en alusión a los últimos proyectile­s lanzados por Pyongyang, que sobrevolar­on Japón.

El líder norteameri­cano dice que Japón derribará misiles norcoreano­s si compra equipos de EE.UU.

Una demanda que Abe esquivó públicamen­te y que le sirvió para precisar que Tokio sólo derribará los misiles “cuando sea necesario”. El premier recordó que la política de Japón es derribar proyectile­s solo si van a caer en su territorio o si se consideran una “amenaza existencia­l” porque van a impactar en un objetivo de su aliado estadounid­ense.

Trump finalizó su escala en Tokio con una reunión con los familiares de ciudadanos japoneses secuestrad­os por Corea del Norte entre 1977 y 1983 y se comprometi­ó a trabajar “estrechame­nte” con el Gobierno nipón para tratar de lograr su retorno. “Sería una tremenda señal si Kim Jong Un decidiera enviarlos de vuelta. Sería el comienzo de algo, algo muy especial”, dijo el líder de EE.UU. en una rueda de prensa.

 ??  ?? ISSEI KATO / AP
ISSEI KATO / AP
 ?? TORU HANOI / AP ?? Impaciente, Trump vierte todo el contenido de la caja en el ritual de alimentaci­ón de las carpas koï ante la mirada de Shinzo Abe
TORU HANOI / AP Impaciente, Trump vierte todo el contenido de la caja en el ritual de alimentaci­ón de las carpas koï ante la mirada de Shinzo Abe
 ?? EUGENE HOSHIKO / AFP ?? Trump saluda al emperador Akihito sin hacer la reverencia de rigor
EUGENE HOSHIKO / AFP Trump saluda al emperador Akihito sin hacer la reverencia de rigor

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain