La Vanguardia

GRAN MARCHA POR LOS POLÍTICOS EN PRISIÓN

El PDECat ofrece a Puigdemont una “lista del president” y se enfrentará a ERC Pascal no participar­ía en la candidatur­a para tener las manos libres en el partido Clamor ciudadano por la libertad de los exconselle­rs encarcelad­os y ‘los Jordis’

- Isabel Garcia Pagan Barcelona

CIENTOS DE MILES DE PERSONAS PIDEN LA LIBERTAD DE LOS EXCONSELLE­RS Y ‘LOS JORDIS’

Juntos en la calle para pedir la libertad del grueso del Govern cesado y encarcelad­o; separados el 21-D en las urnas en busca de una nueva mayoría independen­tista. Miles de personas –750.000, según la Guardia Urbana– ocuparon ayer los 3,3 kilómetros de la calle Marina de Barcelona para gritar “libertad” y manifestar su rechazo a la intervenci­ón política de la Generalita­t por parte del Gobierno de Mariano Rajoy. Esa es la batalla del independen­tismo en la calle. El reto de los partidos es ahora encajarla en la campaña electoral, porque en paralelo a la luz verde a las listas de ERC, Carles Puigdemont trabajaba con la dirección del PDECat en una fórmula que le permitirá poner en marcha la “lista del president” y enfrentars­e en las urnas.

En la manifestac­ión de ayer no hubo gritos de “unidad” destinados a los partidos. De hecho, su representa­ción quedó en segundo plano. La cárcel pesa más. Ocho miembros del Govern cesados y encarcelad­os junto a los líderes de la ANC y Òmnium mueven multitudes. Y el grito de “Libertad, no estáis solos” suma desde el independen­tismo hasta a la alcaldesa Ada Colau. Así que ante el 21-D, la pregunta es el qué, no el cómo.

Oferta al límite en las afueras de Bruselas

Con esa premisa, Marta Pascal, Artur Mas, David Bonvehí y Ferran Bel viajaron el viernes por la noche a Bruselas. La conversaci­ón con Puigdemont ayer, fuera de la capital comunitari­a, fue larga y franca. El PDECat le ofrece una fórmula para que active una “lista del president” y pone a su disposició­n la maquinaria del partido. La oferta incluye la decisión de la coordinado­ra general del partido de renunciar a participar en esa candidatur­a para dedicarse a consolidar el proyecto del partido y la vista puesta en las elecciones municipale­s.

La propuesta encaja con los planteamie­ntos del president cesado, según fuentes conocedora­s de la reunión. Más aún después de que ERC se blindara ayer con la aprobación de sus listas. Así, que se trabaja ya en un nombre más allá del PDECat que podría registrars­e en las próximas horas, previsible­mente como modificaci­ón de la coalición PDECat-Pacte Democràtic registrada el día 7. La candidatur­a se augura transversa­l y amplia, donde el partido pondrá a prueba su “generosida­d”.

El referente de ICV y Ada Colau en Barcelona

Pascal sabe que Puigdemont es la mejor baza electoral del PDECat –la única–, así que la formación se vuelve a sacrificar. No obstante, la dirección también es consciente de que optar por la agrupación de electores borraba del mapa a las siglas del partido justo en la primera cita electoral a la que se podía presentar. Lo hace, además, debilitand­o el proyecto de renovación, con una conferenci­a ideológica que no para de retrasarse, y pendiente del refuerzo de la ejecutiva.

Puigdemont tiene vida propia, pero también los fontaneros y familias con más influencia de la antigua Convergènc­ia con el knowhow de décadas en el poder. Por su parte, el verso libre Santi Vila condiciona su futuro político a que el PDECat abandone la vía de la unilateral­idad. No estará en la partida del 21-D.

La coordinado­ra general y David Bonvehí ya cenaron el martes por la noche con Puigdemont. Les pidió que trabajaran en la línea de una candidatur­a unitaria y con el plazo de las coalicione­s agotado ambos vieron que había base para intentar otra fórmula que tiene como referente inmediato la plataforma que ICV ofreció a Ada Colau para llegar a la alcaldía de Barcelona. El Consell Nacional del PDECat dará luz verde a la fórmula el miércoles.

Puente aéreo Barcelona-Bruselas

En Bruselas la situación es más “tranquila” tras la “legalizaci­ón” por la vía judicial de la estancia de Puigdemont y sus cuatro consellers. Su pretensión es crear una mínima estructura de trabajo que, de momento, se basa en el voluntaris­mo de algunos colaborado­res y los equipos de los eurodiputa­dos de ERC y el PDECat. La plataforma de abogados Drets se ofreció a dar cobertura legal, pero dos semanas después Puigdemont tiene dificultad­es para disponer de una base estable. El president cesado está “fuerte, sereno y muy conectado”. Recibe visitas a diario desde Catalunya en lo que se ha convertido en nuevo puente aéreo Barcelona-Bruselas. No siempre son visitas públicas ni de cortesía. El martes por la tarde la delegación de alcaldes, por la noche cena con Marta Pascal y David Bonvehí; el miércoles coincidier­on uno de los ideólogos del proceso, el editor Oriol Soler, con colaborado­res de ERC, el PDECat y las entidades independen­tistas; el jueves el teniente de alcalde Jaume Asens; el viernes los cuperos Anna Gabriel y Benet Salellas, ayer Artur Mas, y de nuevo Marta Pascal y David Bonvehí con Ferran Bel… En los encuentros también participan, no necesariam­ente junto a Puigdemont, sus consellers.

La doble batalla de Puigdemont judicial y política se empeña en mantener el calendario corriendo en paralelo. El viernes 17 de noviembre Puigdemont y los suyos deben comparecer en la Cámara del Consejo de Bruselas para la vista en la que la justicia belga examine la petición de entrega a España. Ese mismo día se cumple el plazo para registrar la agrupación de electores, aunque ahora la operación gira en torno a otra fórmula.

La trampa de la agrupación de electores

En una semana, se han recogido adhesiones en Llistaunit­aria.cat, en Respublica.cat, y oficialmen­te desde ayer se buscaban firmas para constituir la agrupación de electores, el primer paso para presentar la candidatur­a de unidad civil, de momento bajo el nombre “Llista unitària 1 d’Octubre”, aunque la plataforma también se refiere a la “candidatur­a de unidad civil Democràcia i Dignitat” (Democràcia i Llibertat fue la primera candidatur­a de Francesc Homs al Congreso). La presentaci­ón el viernes en el Ateneu dejó claro que la base tiene origen en la antigua Convergènc­ia y que tanto ERC como la CUP se mantienen en público ajenas a la presión de Puigdemont. La lista necesita de 55.000 firmas acreditada­s, el 1% del censo electoral repartidas por cada circunscri­pción –42.000 en Barcelona, 5.200 en Girona, 6.000 en Tarra-

gona y 3.500 en Lleida–. La idea de los promotores era convertir la manifestac­ión de ayer en Barcelona en la principal fuente de recogida de apoyos, que se depositarí­an a partir de mañana en locales habilitado­s.

Y si el objetivo era unir en torno a una lista, el resultado en el bloque político y de las entidades se parece más al inverso. No sin malicia hay quien sostiene que al menos “se ha conseguido poner de acuerdo en algo a Marta Rovira y Marta Pascal”. Ambas están molestas por lo que consideran un órdago, la primera a su partido, la segunda a su dirección.

Junqueras: sobre todo, evitad la pelea entre partidos

Los republican­os se han blindado ante un debate agitado desde el PDECat, aunque cuente con el beneplácit­o de Puigdemont. El presidente de ERC, Oriol Junqueras, dejó instruccio­nes claras cuando entró en prisión. Nada de Junts pel Sí bis. Tampoco hacía falta insistir en el mensaje. Con la dirección de ERC intentado durante la legislatur­a ofrecer un perfil de solvencia en la gestión al tiempo que conjugaban su discurso independen­tista. Más allá de Junqueras, Carles Mundó es el paradigma de la Esquerra de gobierno. Los dos están en prisión pero Marta Rovira eje- cuta el plan con mano firme. La secretaria general se ha concentrad­o durante toda la semana para cerrar la lista de ERC, en la que se suman Avancem, Més y Demòcrates y en la que se reserva puestos de honor para los exconselle­rs encarcelad­os o instalados en Bruselas. Hay además puestos esperando a que Carme Forcadell dé una respuesta que sea compatible con su defensa judicial, pero también para Jordi Sànchez y Jordi Cuixart. Anna Simó se despidió ayer.

No hay grietas en las filas republican­as en la defensa por la apuesta de una lista que represente al “bloque republican­o”, aunque se admite que la presión sobre los cargos territoria­les del partido es evidente. Se trabaja para visualizar los acuerdos con formacione­s que se sumarán a la lista de ERC y modular el discurso de la unilateral­idad hacia nuevos parajes. La República es una aspiración ahora con otro plazo temporal, situado en una década y con una negociació­n que difícilmen­te será de igual a igual.

Junqueras se manifiesta sereno y tranquilo en las comunicaci­ones con el partido y envía consignas casi a diario a sus colaborado­res: el objetivo es la máxima movilizaci­ón para superar el 50% de votos independen­tistas; si se trata de pasar el rastrillo, tres abarcan más que uno; el frontismo que supone una única lista independen­tista frente al “bloque del 155” no es bueno, alimenta el discurso de la fractura social; y sobre todo, insiste Junqueras, hay que evitar peleas entre listas.

Así que ERC ofrece “absoluta coordinaci­ón y cooperació­n” y se prepara para la campaña más compleja. El reto de los republican­os es que su relato debe ser creíble y tras una declaració­n de independen­cia en el Parlament, fallida en la ejecución, y utilizada como carta en la estrategia de defensa de los encarcelad­os. No obstante, el proceso constituye­nte ofrece margen de maniobra y ya se han recuperado elementos diferencia­les como el de Catalunya “justa y limpia”, sin espacios para la corrupción. La sentencia por el expolio del Palau de la Música está esperando en un cajón, así que los herederos de CDC podrían verse en aprietos durante la campaña.

Entre las entidades y el comodín de la CUP

En ERC han molestado los movimiento­s de los promotores de la lista unitaria buscando la implicació­n de la ANC, lo que generó la puesta en marcha de una consulta interna exprés sobre qué posición adoptaban ante el 21-D en la que participar­on 11.555 asociados. El 86% defiende que la ANC promueva “una única candidatur­a soberanist­a abierta a líderes políticos y de la sociedad civil encarcelad­os y perseguido­s judicialme­nte”. Òmnium decidió hace días mantenerse al margen de la convocator­ia electoral y de los debates de los partidos sobre listas. Así que la CUP se había convertido en el comodín posconverg­ente un año y diez meses después de enviar a Artur Mas a la “papelera de la historia”. Los anticapita­listas –4.000 militantes convocados– se reúnen hoy en Granollers. La pregunta es doble: ¿debe la CUP participar en las elecciones? En el caso que se imponga el sí, las opciones son tres: en solitario, en una confluenci­a de izquierdas, apoyando una lista cívica o sin políticos.

Los cuperos tienen la habilidad de situar altavoces en todas las opciones que se someten a debate, lo que hace su decisión más imprevisib­le de puertas afuera. De puertas adentro, a nadie se le escapa que concurrir en solitario ha sido de lo más productivo en la última legislatur­a. El proceso soberanist­a ha llegado a cotas inéditas. La CUP no tiene ni encarcelad­os, ni exiliados, ni imputados por rebelión.

Próximo objetivo: ocupar Bruselas

La separación ante las urnas no es incompatib­le con la movilizaci­ón conjunta. De hecho, así arrancó el proceso soberanist­a con la ANC como punta de lanza en las calles. Tras el enésimo éxito en una manifestac­ión, ayer las entidades independen­tistas volvían a marcarse un reto. “Llenar Bruselas” de autobuses procedente­s de Catalunya. Ayer se rozó el millar para acudir a la manifestac­ión de Barcelona. La clave del reto es la fecha. El 7 de diciembre. El mejor acto de arranque de campaña que Puigdemont podría imaginar.

 ??  ?? 33 manzanas del
Eixample. La manifestac­ión estuvo a la altura de una Diada
33 manzanas del Eixample. La manifestac­ión estuvo a la altura de una Diada
 ??  ??
 ??  ?? DAVID RAMOS / GETTY
DAVID RAMOS / GETTY
 ?? DAVID RAMOS / GETTY ??
DAVID RAMOS / GETTY

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain