Los exconsellers invocarán al Supremo en otro recurso para pedir su libertad
Los abogados presentarán esta semana escritos de apelación al encarcelamiento
responder a las preguntas del fiscal.
Desde entonces sí ha habido una novedad importante, que pareció cambiar el rumbo judicial en relación con las querellas por el supuesto delito de sedición. El hecho de que ni Carme Forcadell ni ningún otro compareciente ante el Supremo tuviera que afrontar una medida cautelar de prisión incondicional, abrió nuevas perspectivas para las defensas. Ahora se va a invocar la nueva doctrina.
No obstante, aún no está del todo claro cómo podría trasladarse esta experiencia al caso de los exconsellers. Depende de lo que estén dispuestos a decir. Se está estudiando la cuestión, en una doble dirección. En términos de cálculo procesal. Y de reflexión política.
El interrogatorio de la presidenta y los miembros de la Mesa del Parlament fue un exordio. Un comienzo del proceso en el Supremo, útil
El juez Llarena ha abierto una puerta, pero la cuestión es qué están dispuestos a decir los exconsellers
para el tanteo entre la Fiscalía y las defensas. El núcleo de la partida, sin embargo, empieza ahora. Del curso que siga y cómo termine pueden derivarse muchas consecuencias, y no sólo de tipo penal. Este proceso tal vez perfile mejor cuál es el margen real para la defensa de determinadas ideas políticas, en este caso las del independentismo.
Los interrogatorios en el Supremo, y las conclusiones de la larga jornada de declaraciones, dan algunas pistas al respecto. Todos los comparecientes consideraron “simbólica” la declaración unilateral de independencia (DUI), estimaron incontestable la aplicación del artículo 155 de la Constitución y se comprometieron a dejar la política o a actuar en el marco de la Carta Magna. Lo hicieron para facilitar que el juez no viera en su conducta riesgo alguno de reiteración delictiva y, de este modo, evitar el ingreso en prisión. La pregunta es si unas manifestaciones de este tipo son trasladables a los exmiembros del Govern. Es decir, si cabe esperarlas de ellos en los mismos términos. Para las defensas puede haberse abierto un nuevo escenario. Pero también es claro que su margen de maniobra tiene limitaciones.