A la cama a las seis
Ganar un título mundial de motociclismo no ocurre cada día. Y llegar a seis, menos aún. Así que Marc Márquez tenía motivos de celebración el domingo por la noche en València, después de recibir el trofeo de campeón en la gala de la FIM. Cachondos y partidarios de la fiesta como son sus compañeros del Repsol Honda Team, sus fieles mecánicos, técnicos, colaboradores y familiares, encontraron rápidamente un motivo para alargar los festejos: prolongaron la fiesta privada hasta las seis de la madrugada para conmemorar las seis coronas mundiales conquistadas en las últimas ocho temporadas. A un título por hora. Márquez durmió durante toda la mañana de ayer y no acudió al circuito Ricardo Tormo de Cheste hasta primera hora de la tarde para comer con su equipo y atender algunos compromisos, pero sin subirse todavía a la nueva moto del 2018, que probará hoy. La fiesta tendrá una segunda parte este próximo sábado en Cervera, con sus vecinos y su club de fans.