Campaña contra un hotel en una borda
Ecologistas, políticos locales, defensores del oso y vecinos se oponen a reconvertir en un establecimiento de lujo una aislada cabaña
Inversión de 2,5 millones de euros. Diez habitaciones de lujo, un spa, un comedor para cincuenta comensales y un espacio destinado a las caballerizas. Todo se incluye en el proyecto presentado en el Ayuntamiento del Alt Àneu por una empresa inmobiliaria que pretende reconvertir lo que queda de una vieja cabaña de pastores (borda) en un hotel de lujo. Un proyecto que prevé actuar en una zona virgen del Pirineo (en el área de Bonabé) a cuatro kilómetros de Alós d’Isil, junto al Noguera Pallaressa y dentro del parque natural del Alt Pirineu.
El Ayuntamiento de Alt Àneu ha tramitado la petición como una licencia normal de obras –lo que ha sorprendido a los contrarios a este proyecto, por la singularidad del espacio donde se prevé ejecutar la obra– y ha abierto el plazo de alegaciones. Un trámite que entidades ecologistas como Depana e Ipcena o la Fundación del Oso Pardo y la Entitat Municipal Descentralitzada (EMD) d’Isil i Alòs han aprovechado para expresar su oposición al proyecto. También hay una recogida de firmas en Change.org, con más de dos mil rúbricas.
En sus alegaciones, afirmó ayer Sofia Isus, los opositores a la iniciativa consideran que esa reconversión en hotel de una borda ubicada en un paraje virgen debería contar con la bendición de un plan especial y los permisos de organismos superiores (además de la licencia de obras municipal) como Red Natura. Todo eso, añade Isus, no se ha requerido en este caso. Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, recalcó que la construcción de ese hotel “acabaría con uno de los parajes del Pallars más bien conservados por su alto valor natural y biodiversidad”. Además ese hotel, de cinco plantas, se levantaría, considera Sofia Isus, en una zona inundable y con riesgo de aludes. “El impacto en la flora y fauna de esta esa área sería irrecuperable”, afirma.
Jordi Pedrós, presidente de Ipcena, mostró preocupación por el hecho de que la empresa que pretende construir el hotel (Life Explorer SL) haya comprado en esa misma zona ocho mil hectáreas de terreno. “Tememos que sus intenciones vayan más allá del hotel”, afirmó. Esa empresa, reveló Isus, ha comprado también otras bordas en el Pallars y parte de un pueblo en el que sólo quedaba un vecino. Todo parece indicar, según los contrarios al proyecto, que detrás de esas adquisiciones (y otras compras que intentan hacer) hay un proyecto mucho más global. En estas alegaciones se hace constar que la superficie que se prevé construir supera en un 40% a la que tenía la borda. Y ya eso solo, sostiene Isus, tendría que ser suficiente para descartar el proyecto en esa borda, a pesar de que las normas urbanísticas del municipio, del 2005, prevén la posibilidad de construir en ese edificio un hotel.
Las ruinas están en un enclave virgen con un gran valor natural y a cuatro kilómetros de una zona poblada