¿Quién controla al VAR?
La experiencia de la Bundesliga desvela varios aspectos que hay que pulir
Mientras la Liga española es la única de las cinco grandes de Europa que ni siquiera ha implantado la tecnología en la línea de gol, en otras competiciones, como la Bundesliga, ya llevan once jornadas con el VAR (videoasistencia al arbitraje) en marcha. Y han podido comprobar sus virtudes y sus defectos. Hasta el punto que se han alzado voces autorizadas pidiendo que, cuando llegue la pausa invernal (en un mes), se anule el nuevo sistema. Hay que perfeccionarlo.
Curiosamente, uno de los puntos que mayor polémica ha despertado no es imputable a cuestiones directamente tecnológicas, sino a la intervención humana. Si en la liga alemana han detectado que el VAR concede demasiado poder a quienes lo controlan, es fácil pensar qué puede suceder en un torneo como el español que, por cuestiones históricas conocidas, se mantiene anclado en el mundo de la suspicacia.
Según la línea marcada por la FIFA, el videoarbitraje tiene cuatro ámbitos básicos de actuación: en los goles (cuando hay dudas sobre si el balón ha traspasado o no
la línea), en los penaltis (para evitar errores de apreciación del árbitro), en las expulsiones (por idéntico motivo) y, en general, en cualquier decisión arbitral en la que se aprecie una confusión de identidad (una sanción a un jugador equivocado).
En la liga alemana han optado por alejar de los estadios el centro de decisiones del VAR. Se halla emplazado en Colonia, en una sala de 100 metros cuadrados sin ventanas, como si de un laboratorio
de alto secreto se tratara. Allí trabaja un árbitro asistente en conexión constante con los colegiados del partido. A su lado, un asistente y dos técnicos, encargados del correcto control de las imágenes. Y a una distancia prudencial, completa este alto mando de decisiones un supervisor que no tiene poder de decisión, es sólo consultivo. Sin embargo, por aquí ha estallado el principal escándalo en la Bundesliga.
El supervisor, el exárbitro internacional
Helmut Krug, al parecer modificó dos decisiones “para favorecer al Schalke”, según denunció el diario Bild. Y Krug resulta que es de Gelsenkirchen, por lo que durante su carrera tenía vetado dirigir encuentros del Schalke. “No hace falta decir nada más”, habría sentenciado Bernd Schuster.
En el choque Schalke-Wolfsburg (1-1) por mediación del VAR y presiones de Krug se negó un penalti a los visitantes y se concedió otro a los de Gelsenkirchen. Bild desveló que el árbitro del partido, Marco Fritz, no quería intervención externa en las jugadas y sólo lo hizo “por indicación del supervisor del VAR”. Krug ya ha sido apartado de sus funciones.
En las primeras jornadas de la presente Bundesliga, el videoarbitraje actuaba con mucha cautela y sólo intervenía en los cuatro supuestos citados. Sin embargo, en las últimas jornadas, por petición expresa de la federación alemana, ha incrementado su campo de acción. Incluso para refrendar decisiones arbitrales.
Al principio la liga alemana tenía decisiones del VAR en un par de casos por jornada. Últimamente hay un par en cada partido. Y los clubs han montado en cólera. “El proyecto se archivará en la pausa invernal”, ha disparado Dieter Hecking (Borussia MG). “Al principio todo el mundo veía el VAR con buenos ojos, ahora hay dudas”, ha señalado el exárbitro Markus Merk en declaraciones a la revista Kicker. “Así no podemos continuar”, apunta Stefan Reuter, director deportivo del Augsburg. “Da la sensación de que el sistema se usa arbitrariamente”, denuncia Fredi Bobic, director deportivo del Eintracht Frankfurt.
Pero no sólo hay quejas de la intervención humana. También han surgido dudas sobre el porcentaje de fiabilidad del sistema. En la mayoría de los casos, han comprobado en Alemania, el VAR es una ayuda inestimable. Pero en algunos no es definitivo y las imágenes dejan campo a la interpretación. Y esta es una de las grandes claves del asunto: ¿quién interpreta al VAR? ¿Quién lo controla?
Y aún queda otro aspecto que no puede desdeñarse sin más. “El videoarbitraje mata las emociones”, opina Rudi Völler, exfutbolista internacional y ahora director deportivo del Leverkusen. A medida que han sufrido malas experiencias (goles anulados tras concederse) los futbolistas dudan. ¿Celebramos o esperamos?
POR AYUDAR A ‘SU EQUIPO’
La sala de máquinas del videoarbitraje concentra un gran poder; en Alemania ya han destituido al supervisor
EL CONFLICTO
La tecnología es una ayuda inestimable... salvo cuando precisa una intervención humana