Junqueras lanza a Rovira como aspirante a presidenta
“Va siendo hora de que en este país una mujer esté al frente”, dice el líder de ERC Forcadell irá como número cuatro de la lista de los republicanos
“Va siendo hora de que en este país una mujer esté al frente”. A quien señala Oriol Junqueras en la carta que hizo llegar ayer a la militancia de ERC es Marta Rovira. La número dos del partido ha sido ungida por el líder de los republicanos desde la cárcel de Estremera como su sucesora y como futura presidenta de la Generalitat, en una declaración con la que Junqueras intenta protegerse las espaldas.
El caso es que el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat el 21-D sigue siendo Junqueras, “pero nadie sabe qué pasará el 22 de diciembre”, apuntan desde la formación. Los republicanos cuentan con que el presidente del partido –así como el resto de los exconsellers encarcelados– pueda recoger el acta de diputado, “pero no ejercer sus funciones”. Así, ante la incertidumbre, Junqueras prefiere curarse en salud, y más cuando todas las encuestas dan por ganadora a ERC, y erige a Rovira como alternativa a presidir a la Generalitat en previsión de cualquier eventualidad.
“Pocas personas como Marta Rovira, nuestra secretaria general, remaron tanto y desbrozaron tanto el camino”, escribe el exvicepresidente del Govern mientras se deshace en elogios hacia ella: “Tengámosle confianza siempre, se lo ha ganado como nadie. Siempre empujando, resolviendo dificultades y superando todo tipo de obstáculos; sin ella no habría sido posible”. Y acaba refiriéndose a ella como una persona que “nunca se rinde, con una determinación y un convencimiento inigualables”, y la califica de “juiciosa y audaz a la vez”,“tozuda y obstinada”, pero también “dialogante y pactista”. Por todo eso, reclama a la militancia de ERC que le dé todo el apoyo. “República tiene nombre de mujer”, acaba diciendo Junqueras.
Marta Rovira hace tiempo que acapara los focos. Justo después del 1-O fue de las personas que más precias sionaron para que se declarara unilateralmente la independencia en el Parlament, sin medias tintas. Hasta tal punto que el 10 de octubre, día en qué se esperaba que Carles Puigdemont diera el paso adelante, se enfrentó con Puigdemont y se mostró decepcionada cuando anunció una hora antes a puerta cerrada a Junts pel Sí y la CUP su intención de dejar la proclamación en suspenso, con la esperanza de que se abrieran las puertas del diálogo con el Estado. Además, Rovira presionó para que todos los diputados de JxSí firmaran la declaración de independencia justo acabar la sesión parlamentaria, como había exigido la CUP.
De todos modos, el martes estuvo en Bruselas para verse con Puigdemont, con quien, pese a las diferen- anteriores, pactó un frente común independentista para el 21-D.
En la carta Junqueras asegura que para el 21-D su candidato “también es el presidente legítimo, Carles Puigdemont, y el conjunto del Govern, todos y cada uno de los consellers,” tanto los que están en Bruselas como los que están en prisión. Desde ERC aclaran que es una “declaración simbólica de restitución del Govern” que Esquerra considera
La dirigente republicana fue de las personas que más presionaron para hacer la declaración unilateral
como legítimo, que podría pasar, por ejemplo, por volver a nombrar a los mismos consellers de la anterior legislatura. Un gesto temporal que serviría para dejar claro al Estado español “cuál ha sido nuestro verdadero Govern”.
Con todo, Junqueras hace un llamamiento a obviar “toda riña” con las otras dos candidaturas independentistas que concurren el 21-D, JxCat y la CUP. Igualmente, el presidente de ERC reconoce que una vez celebrados los comicios “habrá que tejer complicidades con aquellos que, desdichadamente, equiparan república y 155”, en clara referencia a Catalunya en Comú.
El líder republicano tampoco ahorra críticas al Estado. Pero lo hace con un doble juego: admite el error, en su opinión, de haber sido “ingenuos” y “haber creído que el Estado no aplicaría la represión”. También carga contra la Unión Europea, a la cual acusa de inactividad ante los “golpes contra la ciudadanía y las instituciones catalanas”. Pero al mismo tiempo valora que la UE “obligara” al Gobierno a convocar elecciones antes de que se aplicara la “suspensión total” del autogobierno de Catalunya.