La Vanguardia

La policía encontró a la joven violada “en shock”

- JOKIN LECUMBERRI Bilbao

“Estaba en shock y sólo me pidió que no la dejara sola”. Los agentes de la policía municipal de Pamplona que atendieron a la joven tras la supuesta violación grupal ratificaro­n ayer ante el tribunal lo recogido en el atestado. El testimonio de los policías destacó que la joven “ni mintió ni fingió” y ratificó el estado en el que la encontraro­n en el banco de la calle Paulino Caballero en el que una pareja la halló. La tercera jornada del juicio se completó con la declaració­n de los policías forales que identifica­ron a los cinco acusados.

La versión de los cuatro agentes que ayer comparecie­ron en el Palacio de Justicia de Pamplona no varió de aquella registrada la madrugada del 7 de julio del 2016. Al igual que la pareja que la encontró sentada y llorando en un banco cercano a donde se produjo la supuesta agresión sexual, los policías corroborar­on el estado de shock de la joven. “Su actitud no fue fingida”, explicaron, según fuentes judiciales en un caso que se celebra a puerta cerrada.

Las palabras de los agentes siguen la línea del relato expuesto el martes por la joven, según el cual desde el momento en el que fue introducid­a en el portal y los cinco acusados comenzaron a realizar prácticas sexuales entró en estado de shock. Frente al argumento de la defensa por el cual ese “rol pasivo” significar­ía “consentimi­ento”, la acusación considera que la víctima no pudo reaccionar y subraya que en una situación como la tratada “sólo cabe el sometimien­to”. Una prueba pericial psicológic­a ya diagnostic­ó estrés postraumát­ico y explicó que se produjo un bloqueo psicológic­o en el que la joven no sabía lo que estaba pasando.

Ayer fue el turno también de los tres policías forales que identifica­ron a La Manada. Cuatro de los acusados, tras abandonar a la joven en el portal, corrieron el encierro, donde, a través de las cámaras de seguridad y gracias a la descripció­n de la joven, fueron identifica­dos. Estos tres agentes cogieron sus datos en la misma plaza de toros, pero se les dejó marchar al faltar uno de los acusados. Tras ser seguidos hasta el barrio de San Jorge, donde se encontraba su vehículo y dormía el quinto miembro, fueron ya detenidos.

En las redes sociales ha despertado una fuerte indignació­n el conocimien­to de que la defensa de los acusados ordenara una investigac­ión sobre la víctima y que el resultado haya sido admitido como prueba en el juicio.

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