Los menores inmigrantes también duermen en el suelo en el nuevo espacio
La sala habilitada en el Instituto Forense carece de condiciones para adolescentes
La Conselleria d’Afers Socials se vio forzada a cambiar de ubicación a los menores inmigrantes que pasaban las noches en la Ciutat de la Justícia a la espera de una plaza en un centro de acogida. La juez decana de Barcelona prohibió que durmieran en dependencias judiciales ya que las instalaciones no reunían el acondicionamiento óptimo para albergar a aquellos jóvenes. Con esa decisión tan drástica la juez pretendía forzar a la Generalitat a buscar una emplazamiento más adecuado para los menores después de más de seis meses de reclamaciones infructuosas. La conselleria se vio en la tesitura de improvisar un nuevo espacio y habilitó una sala en el instituto forense donde las condiciones se asemejan mucho a las que ya había. Los menores siguen durmiendo en colchones esparcidos por el suelo– como demuestra la foto de Llibert Teixidó– y mal alimentándose de comida precocinada.
La sala situada en el Instituto de Medicina Legal y Forense reúne las mismas carencias que el pasillo de la Fiscalía o las celdas para menores de la Ciutat de la Justícia que en los últimos meses han ejercido de albergue improvisado. La mayor diferencia es que al menos en este nuevo emplazamiento no existe la posibilidad de que algunos de ellos acaben siendo trasladados a los calabozos para pasar la noche–como se hacía por cuestión de espacio y no porque cometieran ningún delito–, y están al cuidado de educadores y trabajadores sociales sin presencia de mossos d’esquadra. La nueva sala en el instituto forense tampoco ha estado exenta de problemas en tan solo dos días. Fuentes consultadas aseguran que ya se han dado casos de consumo de cocaína y de adolescentes sorprendidos esnifando pegamento.
Con el cambio de ubicación, la Generalitat ha logrado sortear el control que ejercía la jueza decana, que ostenta la potestad de velar por la buena utilización de los locales judiciales, pero sin mejorar las condiciones de estos jóvenes. Fuentes del Govern subrayan que el traslado al Instituto Forense es provisional mientras se busca un espacio permanente.
Estos jóvenes son conocidos en la terminología burocrática como Menas (menores extranjeros no acompañados). El fenómeno tiene dos vertientes. La primera es que se ha producido una llegada masiva de menores inmigrantes procedentes de Marruecos y Argelia a
Los jóvenes extranjeros pasan la noche en colchones y mal alimentándose de comida precocinada
quienes sus familiares han animado a buscarse una vida mejor en España. Y la segunda, que la Generalitat carece de suficientes plazas en centros de protección. El problema es que pasan días entre que los mossos los encuentran vagando por las calles hasta que los mandan a un centro. Así, los Menas llegaban a pasar varias noches en celdas o bien en el pasillo de la zona de Fiscalía donde llegaban a acumularse hasta una veintena. Los espacios carecían de ventilación y de suficientes duchas. Las condiciones en las que estaban los Menas en la Ciutat de la Justícia, como alertó la juez decana, eran intolerables. Y por ahora siguen siendo las mismas.