La Canonja elimina 1.500 viviendas ya proyectadas
Este pueblo, que en el 2010 se independizó de Tarragona, ha duplicado su presupuesto y ha reducido sus planes de crecimiento
Quieren crecer, pero no tanto ni tan rápido. El Ayuntamiento de La Canonja ha echado el freno a sus planes de expansión urbanística –previos a la crisis– y ha desclasificado el Área Residencial Estratégica (ARE) que preveía la construcción de 1.500 viviendas en la zona norte del municipio. “Queremos un crecimiento moderado”, insistió ayer el alcalde, el socialista Roc Muñoz durante la presentación pública del nuevo Plan de Ordenación Urbana Municipal (POUM), que ha reducido en un 75% la construcción de nuevas viviendas.
“En el anterior planeamiento se había previsto unas 2.000 nuevas viviendas que han quedado reducidas a 600”, explica el arquitecto municipal, Miquel Orellana. De estas, unas 200 ya estaban previstas en anteriores planes que no han llegado a ejecutarse. Retirar el ARE no ha sido fácil: “La Generalitat ya había pagado los proyectos, pero la dimensión de esta área hipotecaba todas las posibilidades de crecimiento que el Plan Director establece para La Canonja”, señala Orellana.
La urbanización, que suponía incorporar unos 4.500 vecinos en el municipio –que actualmente cuenta con apenas 6.000– , también preveía una central automática de residuos, que implicaba una inversión de 17 millones de euros. El nuevo POUM rebaja drásticamente el crecimiento urbanístico incorporando sólo 400 nuevas viviendas. La ARE queda reducida pues a 90 viviendas que se levantarán en la zona sur, junto al nuevo centro de atención primaria (CAP).
La drástica reducción de residencias programadas contrasta con la revisión a la alza de la edificabilidad en el sector industrial. En el polígono petroquímico, que ocupa aproximadamente la mitad del municipio –7,32 kilómetros cuadrados–, hay instalaciones de Repsol, BASF y Dow Chemical, entre otras. “El POUM propicia el desarrollo del sector industrial, que en definitiva son el modus vivendi de La Canonja”, afirmó el alcalde en la presentación del documento en la Cambra de Comerç de Tarragona. Así, se han revisado los coeficientes existentes y se ha duplicado el volumen edificable y también se ha modificado la parcelación para dar respuesta a las necesidades de la química. Aún así, quedan flecos por resolver a través de las seis alegaciones presentadas por algunas empresas.
La Canonja se segregó de Tarragona en el 2010, tras tres años de proceso y la aprobación por unanimidad en el Parlament de la ley que preveía su ‘independencia’. Con ella, el 85% de las empresas del polígono Sud, dejaron de pagar sus impuestos a Tarragona para hacerlo en este pequeño municipio, aunque pactaron hacerlo de forma progresiva. De los ocho millones de euros anuales que tributan cada año las industrias, en 2016 La Canonja ya ingresó algo más de cuatro millones –el municipio ha doblado el presupuesto desde 2010– y recaudará el 100% dentro de nueve años.
El nuevo POUM duplica el volumen edificable en el polígono químico, que ocupa la mitad del municipio