La Fundació Gaspar, desahuciada del Palau Cervelló por impago de alquiler
Moishan Gaspar anuncia una próxima reapertura en un nuevo espacio
En la página web de la Fundació Gaspar ayer todavía podía leerse un anuncio en el que se informa que el centro de la calle Montcada permanecía cerrado por obras de mejora y que próximamente se informaría sobre la programación de la nueva temporada. Pero lo cierto es que la Fundació Gaspar abandonó la sede y cesó su actividad en el Palau Cervelló el 18 de septiembre como consecuencia de un procedimiento judicial de desahucio por falta de pago que el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Barcelona falló a favor de la propiedad.
La Fundació Gaspar, impulsada por Moishan Gaspar, abrió sus puertas en el Palau Cervelló de la calle Montcada, al lado del Museu Picasso, en noviembre del 2015, con la misión de “dar cabida a aquellos artistas relevantes de nuestra contemporaneidad que habitualmente no figuran en las programaciones de museos y galerías de Barcelona”. Efectivamente, tras una primera muestra colectiva titulada Art Strikes Back! (El arte contraataca) que concentraba una importante nómina de artistas (Louise Bourgeois, Martin Creed, Subodh Gupta, Dieter Roth…), todos ellos representados por la poderosa galería Hauser & Wirth, en los siguientes meses presentó retrospectivas del británico Anthony McCall, del mexicano Stefan Brüggemann o del norteamericano Paul McCarthy, cuya exposición, White Snow y Stagecoach, estuvo abierta hasta mediados de julio.
Pero los problemas económicos habían comenzado mucho antes. Moishan Gaspar firmó un acuerdo de alquiler con los propietarios del palacio, la familia Fontcuberta Juncadella, por una renta mensual que ninguna de las partes ha querido hacer pública, aunque la agencia que gestionaba el alquiler llegó a pedir 25.000 euros. En una sentencia del 23 de febrero del 2017, el juez declara rescindido el contrato y condena al arrendatario al pago de una deuda acumulada de 262.109,32 euros hasta diciembre del 2016, así como la que pudiera derivarse posteriormente hasta la entrega de la propiedad, que se materializó el 18 de septiembre.
Moishan Gaspar explicaba ayer a preguntas de este diario que la salida del Palau Cervelló no significará en ningún caso el cierre de la Fundació Gaspar, cuyo proyecto cultural considera que sigue siendo válido para la ciudad. De hecho, avanzó, tiene ya la mirada puesta en un nuevo espacio, posiblemente de l’Hospitalet, donde espera poder establecer su nueva sede en los próximos meses. Gaspar atribuye el litigio con la propiedad a un acuerdo verbal posterior a la firma del contrato, según el cual habrían pactado un periodo de carencia, que sin embargo el juez desestimó al no existir pruebas documentales. “A esto se añadió que teníamos que acometer una serie de trabajos de adecuación para adaptar el espacio a las normativas de seguridad y no pudimos afrontarlo. Pero la intención es pagar la deuda y seguir con el proyecto”, aseguró.
Moisan Gaspar, biznieto de Joan Gaspar i Xalabarder, el fundador de la histórica galería que acogió las exposiciones de Picasso, Miró o Clavé, siempre se había mostrado optimista respecto a la viabilidad de un proyecto cuya principal fuente de financiación era la venta de entradas, así como los ingresos derivados de la cafetería y de la tienda-librería situadas en la planta baja. Tiene 32 años y abrió su primera galería con sólo 16 en el Born, Shatevin Art, que posteriormente se reinventó como Art Gaspar en la calle Montcada. Tras su paso por Consell de Cent, en el 2006 se trasladó a Poblenou, a una antigua fábrica. Posteriormente se trasladó a México, donde dirigió la galería Flying Circus en Monterrey hasta el 2010. Una vez de vuelta en Barcelona, inventarió los fondos de la Sala Gaspar y reabrió la galería en el 2012 en la plaza Doctor Letamendi. Cerró en el 2013.