Sant Joan Despí alzará un barrio junto al nuevo Mini
Esta semana han comenzado las obras de urbanización de la zona que acogerá a más de 2.500 nuevos vecinos
Como pasó con la llegada del RCD Espanyol a Cornellà de Llobregat que supuso la construcción del gran centro comercial con los cines que reciben más espectadores de toda España, el aterrizaje del FC Barcelona también está transformando otra ciudad del Baix Llobregat, Sant Joan Despí. Esta semana han comenzado los trabajos de urbanización del sector de las Begudes, situado alrededor de donde se construirá el nuevo estadio Johan Cruyff –ya en construcción–, que sustituirá al actual Miniestadi, en el entorno de la Ciutat Deportiva Joan Gamper, en lo que se conoce como la primera piedra del nuevo Espai Barça.
Los trabajos se centran ahora en la urbanización del futuro barrio de 800 viviendas donde ahora no hay nada. “Allí vivirán entre 2.500 y 3.000 personas”, asegura el alcalde de la ciudad, Antoni Poveda. Para garantizar un “crecimiento sostenido”, se modificó el Plan General Metropolitano (PGM), de esta manera se ha rebajando la dimensión de los bloques, que pasaron de estar proyectados con una altura máxima de planta baja más 24 a planta baja más 10.
“Queremos dar respuesta a la demanda de vivienda accesible que tienen los vecinos de Sant Joan Despí”, sostiene el alcalde socialista. Por ello, el 40% de estas 800 viviendas, que ocuparán 17.563 metros cuadrados, serán de protección oficial en diferentes modalidades como la compra o el alquiler “en función de las necesidades”. Estas nuevas viviendas protegidas estarán gestionadas por la empresa municipal ADSA, que ya ha construido doce promociones que han creado 400 nuevos hogares, de los que más de un centenar son de alquiler.
“Será un nuevo barrio pero tendrá la misma calidad en espacio público y servicios que los otros”, afirma el alcalde. Además de los bloques de pisos, se crearán cuatro zonas verdes que sumarán un total de 24.000 metros cuadrados. Se ha proyectado construir una pista polideportiva y un pipicán para perros, entre otros servicios. Además hay 9.754 metros cuadrados reservados para equipamientos y otros 10.016 para actividades comerciales.
Por otro lado, también se aprovechará la ocasión para recuperar dos “edificios patrimoniales” de la ciudad que necesitan una rehabilitación: las masias de Pardals y Can Felip que se encuentran muy deterioradas.
La construcción del futuro barrio y del estadio Joahn Cruyff está acompañado con mejoras en la movilidad de la zona para poder absorber la circulación prevista sobre todo para acceder y salir del futuro equipamiento deportivo. Para ello está previsto actuar en la salida de la B-23 con un doble ramal y ampliando los carriles de desaceleración. Se trata de una salida que en determinados momentos del día está congestionada. También se instalará una pantalla acústica para proteger las viviendas del ruido de la autopista. Tendrá casi 900 metros de longitud y una altura superior a los 3 metros. Por último, para unir el nuevo barrio al de Torreblanca y al resto de la ciudad se creará una pasarela para “peatones y ciclistas” justo por encima de las vías del tren.
Los primeros trabajos, que tienen un plazo de ejecución de un año, suponen la creación de dos nuevas calles que tendrán más de 600 metros de largo y 10 metros de ancho. Serán de plataforma única, con árboles y carril bici. Después llegarán todos los servicios básicos como gas, agua, electricidad, telecomunicaciones, telefonía y la nueva red de alcantarillado. Estas nuevas vías conectarán la calle Major con el Camí del Mig y el paseo del Canal, que está cortado a la altura de donde estará situado el estadio Johan Cruyff, que debe estar listo en el 2019.
En el entorno del futuro estadio Johan Cruyff se construirán unos 800 pisos, el 40% de ellos de protección