Elecciones en Chile
El líder opositor de la derecha disputará la presidencia con el progresista Guillier
El expresidente conservador Sebastián Piñera se perfilaba anoche como ganador de la primera vuelta de las elecciones chilenas. Las encuestas previas indicaban que el empresario opositor se impondría.
El expresidente derechista Sebastián Piñera ganó ayer la primera vuelta de las elecciones chilenas. Sin embargo, las encuestas se equivocaron y no tendrá tan fácil como parecía la victoria en la segunda vuelta del 17 de diciembre. Al cierre de esta edición, con casi el 82% escrutado, Piñera obtenía el 36,6% de los votos, lejos del 43% que le atribuian los sondeos. Con este resultado, el empresario opositor de 67 años que ya gobernó el país entre 2010 y 2014, no tiene asegurado su regreso al palacio de La Moneda.
Piñera, al frente de la coalición Chile Vamos, se enfrentaría en el balotaje al popular periodista Alejandro Guillier, de 64 años, que con el 22,6% de los sufragios convalidó las encuestas. Guillier, senador independiente desde hace cuatro años por el Partido Radical Socialdemócrata, se postula por La Fuerza de la Mayoría, una de las dos coaliciones en que se ha dividido la alianza que gobierna Chile con Michelle Bachelet y que incluye a los partidos socialista o comunista.
La sorpresa la dio la también periodista Beatriz Sánchez, de 46 años y representante del Frente Amplio, la izquierda indignada con los políticos tradicionales, que alcanzó el 20,4% de los votos en lugar del 14% de los sondeos. Estos resultados permiten a Guillier soñar con la presidencia si logra una alianza o consigue el apoyo de los votantes de Sánchez. Además, Guillier contaría con los sufragios de la democristiana Carolina Goic (5,9%), que encabeza Convergencia Democrática, la otra coalición progubernamental.
No obstante, Guillier también debería seducir a votantes de las otras opciones progresistas. Seis de los presidenciables son de centroizquierda, frente a dos convervadores, Piñera y el ultraderechista José Antonio Kast. En este sentido, Piñera no tendría problemas para sumar los votos de Kast (7,8%).
La atomización de las opciones progresistas, así como la desmovilización de sus votantes como consecuencia de los numerosos casos de corrupción que afectan al gobierno –incluyendo a Bachelet, cuya nuera está procesada por un pelotazo inmobiliario– han favorecido a Piñera quien, no obstante, también está salpicado por operaciones financieras dudosas. De todas formas, la desmovilización es general, muchos chilenos están desencantados, lo que se ha traducido en un apoyo mayor del esperado a candidatos alternativos como Sánchez o Kast. En el 2012 el voto pasó a ser voluntario y provocó una caída de la participación, que ayer fue sólo del 46%.
La jornada se celebró con normalidad, a excepción del incidente que se produjo cuando un grupo de jóvenes irrumpieron en la sede central de campaña de Piñera, en el distrito santiaguino de Las Condes, a la misma hora en que el exmandatario votaba en su colegio. La policía desalojó y detuvo a 21 manifestantes.
Piñera se postula con un programa firme en cuanto a la continuidad del modelo económico neoliberal en el cual Bachelet introdujo algunas correcciones sociales, como las tímidas reformas tributaria y laboral o la introducción de la gratuidad en la enseñanza universitaria. La coalición Chile Vamos está conformada por cuatro partidos derechistas, los más destacados, Renovación Nacional (RN) –el de Piñera– y la Unión Demócrata Independiente (UDI), muchos de cuyos líderes aún defienden el pinochetismo.
Piñera logra el 36% de los votos, Guillier casi el 23% y Sánchez, de la izquierda alternativa, da la sorpresa con el 20%