Por si las moscas
El ministro de Economía británico ha reservado una partida de 3.200 millones de euros para hacer frente a la posibilidad de que el Brexit se lleve a cabo sin acuerdo comercial con la UE, lo que supondría un revés para las finanzas de las islas.
INTERNACIONAL
Son horas negras para Marine Le Pen. La líder de la ultraderecha francesa denunció ayer una “fetua bancaria” contra el Frente Nacional, después de que dos bancos cerraran las cuentas del partido, así como suyas personales.
Le Pen anunció en una rueda de prensa que presentará demandas judiciales “por discriminación” contra Société Générale, su filial Crédit du Nord y HSBC. La excandidata al Elíseo, que se enfrenta a una lucha interna en su partido tras la derrota en mayo frente a Emmanuel Macron y los malos resultados en las legislativas de junio, acusó a “las oligarquías financieras” de intentar “asfixiar” al FN, lo que a su juicio supone una amenaza a la democracia francesa.
En verano, Société Générale comunicó al FN que iba a cerrarle las cuentas. Le Pen aseguró que la entidad rechazó “una mediación interna” y consideró que se trata de “una decisión política” que se inscribe “en un largo proceso de discriminación”. “El objetivo es privar de toda capacidad práctica de funcionamiento a un partido que logró 11 millones de votos en las presidenciales”, clamó.
Como ninguna otra entidad francesa aceptó trabajar con el partido, recurrieron al Banco de Francia, que designó a su filial Crédit du Nord. Su queja con esta entidad es que no les permite utilizar cheques ni recibir donaciones por tarjeta de crédito a través de su web, por lo que Le Pen dijo que están “privados” de sus ingresos.
La líder de la ultraderecha denunció asimismo que ayer el HSBC la había “echado” después de 25 años como clienta. Según su relato, recibió una llamada de Thomas Vandeville, responsable de la banca de particulares de HSBC, quien alegó no tener “suficiente información sobre el origen de los fondos” que alimentan su cuenta.
“Después de la persecución judicial masiva de la que somos víctimas, asistimos a un escalón más en la persecución al Frente Nacional: el destierro bancario”, clamó. “Es un intento de
La líder del FN denunciará a dos bancos por cerrar cuentas del partido y suyas personales
asfixiar un partido de oposición, y ningún demócrata debería aceptarlo”. Aseguró que había hablado del asunto con el presidente Macron el martes en el Elíseo.
Tanto Société Générale como HSBC rehusaron hacer comentarios, alegando el respeto al secreto bancario. Según la ley francesa, los bancos pueden cerrar cuentas sin previo aviso y sin explicaciones. Sin embargo, tener acceso a una cuenta bancaria es un derecho, por lo que el Banco de Francia puede designar a una entidad que está obligada a abrir una.
Marine Le Pen tiene abiertos varios frentes de batalla: además de las peleas en el partido, está siendo investigada por un posible uso fraudulento de fondos del Parlamento Europeo y acaba de perder la inmunidad parlamentaria en otro caso por el que podría ser juzgada, por colgar en internet fotos de ejecuciones del Estado Islámico.
No es la primera vez que Le Pen, tan aficionada a presentarse como una víctima perseguida por el establishment, arremete contra los poderes bancarios. Durante la campaña presidencial se quejó amargamente del partidismo político de los bancos, por negarle créditos para financiar su campaña. En el 2014, de hecho, el FN tuvo que acudir a la banca rusa para obtener créditos de 11 millones de euros.