Trump ridiculiza al ‘establishment’ republicano por su apoyo a Roy Moore
El presidente duda en privado de las mujeres que acusan a su candidato al Senado
La filosofía del trumpismo se muestra en su crudeza. Ser un político anti establishment, como tanto le gusta predicar al presidente de Estados Unidos, significa respaldar electoralmente a un presunto acosador sexual.
Unas vez más, Donald Trump ha dejado en ridículo a los dirigentes del Partido Republicano al dar su apoyo al juez Roy Moore, de 70 años. Sobre el pasado del candidato ultraconservador al Senado por Alabama, en los comicios especiales del 12 de diciembre, recaen las acusaciones de ocho mujeres. Dicen que, siendo ellas menores de edad y él un treintañero poderoso como ayudante del fiscal del estado, se les acercó con intenciones poco bíblicas, su libro de cabecera.
Después de diez días de escándalo, Trump habló por fin el martes, al emprender sus vacaciones en Florida, para dejar claro que lo que importa es el fin, por los medios que sean. “No necesitamos a un liberal allí”, afirmó en relación a Doug Jones, el contrincante de Moore. “Un demócrata, Jones, he mirado su programa, es terrible en crimen, en la frontera, en lo militar, no necesitamos a alguien así”, subrayó. Un periodista insistió: “¿Es mejor Moore, un acosador de menores, que un demócrata?”. A lo que replicó: “Él lo niega. Lo niega todo. Asegura que no sucedió. Estamos hablando de algo de hace 40 años, quién sabe”.
De esta manera, Trump puso a los dirigentes conservadores en un apuro y fija un marco que puede ser una guerra si Moore gana el escaño, por el rechazo republicano que genera en Washington.
Diversas fuentes indicaron ayer que, en contra del mando del partido, el presidente critica en privado a las mujeres que han formulado las acusaciones. Establece un paralelismo con la docena que le denunciaron a él durante la pasada campaña y que todavía sostienen que Trump se excedió. Según Politico, el presidente mantuvo una conversación con colaboradores de la Casa Blanca en la que dudó de las historias de las acusadoras de Moore y se cuestionó sobre por qué salen ahora a la luz pública.
En esa charla, Trump habría manifestado su rechazo a seguir la senda de los presidentes del Senado, Mitch McConnell, y del Congreso, Paul Ryan –máximos representantes del llamado establishment–, que dieron veracidad absoluta a las mujeres.
Para Trump, esa postura supondría enfrentarse a sus bases conservadoras, que en buena medida comulgan con el aspirante al Senado. Además, Trump ni olvida ni perdona. Recuerda que muchos de estos representantes le dejaron de lado cuando en octubre del 2016 salió el audio en el
Jones, rival del juez, lanza un anuncio en el que aparece Ivanka Trump dando apoyo a las denunciantes
que afirma que él puede coger “a cualquier mujer por el coño”.
El llamado “juez de los diez mandamientos” sostiene que esto es un complot de los demócratas y el equipo de mando republicano. De hecho, el candidato remarcó que el que de verdad se ha de ir es Mitch McConnell.
Los partidarios de Moore no disimularon ayer su satisfacción con Trump. “Le damos las gracias por sus palabras al partir de la Casa Blanca para celebrar el día de Acción de Gracias, por su fuerte apoyo a Roy Moore”, señaló un grupo que financia al republicano.
Su rival, Doug Jones, había dejado el tema de lado. Ayer lanzó un anuncio en el que apela a las mujeres en general recuperando una frase de Ivanka Trump.
Hace unos días, la hija del presidente dio total credibilidad a las denunciantes de Alabama.