Ser de ‘buena cuna’ facilita el acceso a trabajos más estables y mejor pagados
En España la cuna cuenta mucho. “Si tenemos dos personas con la misma formación pero descendientes de dos familias de diferente posición en la escala social, tiene más posibilidades de encontrar un buen empleo la que pertenece a la familia mejor posicionada socialmente; y un origen social alto es especialmente relevante para evitar los puestos de trabajo más inseguros y peor pagados”. Así de contundentes se expresan las investigadoras Silvia Avram, de la Universidad de Essex, y Olga Cantó, de la Universidad de Alcalá de Henares y de la red Equalitas, en un artículo titulado
Situación laboral y origen familiar en Europa durante la crisis: no todos somos iguales, publicado por el Observatorio Social de La Caixa.
Las economistas han analizado el impacto del origen social de las personas en sus oportunidades laborales en diversos países europeos, tanto antes como después de la crisis, y concluyen que las características familiares –nivel educativo de los padres, empleo, el número de hijos a cargo, el hecho de ser o no familia monoparental y la situación financiera durante la adolescencia– no influyen en la probabilidad de encontrar trabajo, pero sí en la calidad del empleo en términos de sueldo y estabilidad. También detectan que el origen familiar condiciona más en España e Italia que en otros países, y que el efecto cuna no ha cambiado durante la última crisis ni varía en función de la edad de las personas analizadas.
Diferentes investigaciones ya habían mostrado que el origen social incide en las oportunidades laborales de forma indirecta –facilitando la consecución de mejores niveles educativos–, y directa, porque los padres transmiten su ventaja a los hijos gracias a sus relaciones sociales, recursos económicos y mayores habilidades cognitivas, culturales, de pensamiento o de actitud. Ahora, Avram y Cantó muestran que estos efectos se producen incluso entre quienes han logrado alcanzar el mismo nivel educativo.
Con la misma titulación, “los hombres y mujeres nacidos en familias de origen social más alto tiene sueldos más elevados; las diferencias salariales entre los individuos de origen social más alto y más bajo se mueven entre el 15% y el 30%, según el país y el año analizado”, detallan. Y añaden que los trabajadores españoles de origen social más bajo también tienen una probabilidad más alta (diez puntos porcentuales más) de tener trabajos temporales que los que provienen de familias de estatus social medio o alto.
Las características familiares no influyen en la probabilidad de encontrar empleo, pero sí en su calidad