Bruselas avala los presupuestos para el 2018 pero alerta de los retos
La Comisión Europea concluyó ayer que el presupuesto español para el 2018 “cumple en líneas generales” con las recomendaciones que se hizo al Gobierno y permitirán situar el déficit por debajo del umbral del 3%, como se le requirió; la meta podría alcanzarse ya este año, lo que permitiría a Bruselas comenzar los trámites para sacar a España del procedimiento de déficit excesivo iniciado en el 2009, quizás antes que Francia, por tanto, como aspira a lograr la Moncloa.
Las previsiones de crecimiento del Gobierno español para el 2018 y el 2019 son consideradas “plausibles”, aunque con un apunte sobre la “notable incertidumbre” que pesa sobre el año próximo debido a la crisis política en Catalunya. El documento aprobado ayer por el colegio de comisarios europeos cita hasta en tres ocasiones la situación política en Catalunya como causa de preocupación, pero en ningún momento detalla cómo teme que pueda afectar a la economía española en su conjunto. “Su alcance no puede anticiparse en este momento”, admite.
El informe destaca que el crecimiento económico será no sólo muy superior al del resto de la eurozona sino “mucho más sostenible y equilibrado que en épocas anteriores, gracias a las reformas estructurales”. Bruselas señala también algunos retos de fondo. La previsión es que la tasa de paro caiga en el 2018 en casi dos puntos y medio respecto a la del pasado año y se sitúe en el 17,2%, para caer hasta el 15,5% en el 2018. Las cifras doblan la media europea. La deuda pública seguirá alta, aunque en “una dinámica decreciente” que la llevará al 94,% en el 2019, después de llegar al 99% el 2016. Según los cálculos de la Comisión Europea, el desfase entre gastos e ingresos en el 2019 se situará en el 2,4% y no en el 2,2% como se pactó pero Bruselas no ha hecho un casus belli de esa divergencia. Los tiempos de la austeridad a ultranza se ven ahora como un error político y económico.