Endesa prevé aumentar beneficios y dividendo hasta el año 2020
La eléctrica, que actualiza plan estratégico, repartirá 5.900 millones en cuatro años
Endesa sigue con su apuesta por ser de las compañías que más dividendo reparte entre las cotizadas del Ibex 35. Ayer, anunció en la actualización de su plan estratégico 20172020 que repartirá unos 5.900 millones de euros en ese periodo, lo que supone el 100% del beneficio. En estos momentos, cuenta con unos 150.000 accionistas minoritarios. Aunque el 70% del capital está controlado por el grupo italiano Enel.
Salvo circunstancias excepcionales, la compañía asegura que con cargo a las cuentas de este año prevé pagar “1,32 euros brutos por acción y como mínimo 1,33 euros brutos por acción” para las del ejercicio 2018.
La eléctrica, que preside Borja Prado y dirige José Bogas, estima que terminará este año con 1.400 millones de euros de beneficio neto, cifra similar a la del próximo año. En el 2019 subirá sus resultados hasta 1.500 millones y en 2020 alcanzará los 1.600 millones. Esto supone –reza su plan– un crecimiento anualizado de alrededor del 6%. El ebitda (beneficio bruto de explotación) prevé que salte de los 3.400 millones en el 2017 a los 3.700 millones en el 2020. Bogas admitió en una teleconferencia que el ebitda previsto para el 2018 y el 2019 es de 3.400 y 3.500 millones respectivamente, frente a los 3.500 y 3.700 millones previstos en el plan anterior. En su opinión, “la estimación del ebitda es ligeramente más reducida frente al plan anterior por la evolución esperada del mercado y los menores márgenes en el negocio del gas”.
Este año, un 56% del negocio procederá de la distribución, un 13% de las extrapeninsulares y un 31% de la generación y comercialización.
La compañía prevé invertir 5.000 millones hasta el año 2020, lo que supone 300 millones más de los previstos inicialmente. De ese importe, unos 1.200 millones irán destinados a digitalizar la red eléctrica, lo que en el futuro supondrá un ahorro de 250 millones. La compañía prevé contar con 3,7 millones de clientes con facturación electrónica en el 2020, lo que supone un 76% más que ahora. En esa apuesta por subirse al carro de las nuevas tecnologías, la compañía automatizará las redes y seguirá instalando contadores inteligentes, toda la infraestructura de tecnologías se migrará a la nube, implantará programas de seguridad cibernética y dará cursos a sus empleados para que se actualicen. En estos momentos, la compañía da empleo a 9.700 personas, un 8% menos que hace tres años.
Por otro lado, en estos momentos se está redefiniendo el mapa de las compañías eléctricas en Europa. En este sentido, el consejero delegado de Enel, Francesco Starace, aseguró que la italiana descartaba grandes compras o fusiones y que Endesa no iba a jugar un papel activo en este sentido fuera del mercado ibérico. De esta forma, Endesa seguirá buscando activos estratégicos en España y Portugal si surgen oportunidades en dichos mercados.
En opinión de Bogas, “nuestro plan estratégico tiene menos riesgos que el año pasado, pero nadie sabe qué va a pasar en el futuro”.
Al Gobierno le lanza dos mensajes. El negativo: Endesa reclama “una reforma tributaria ambiental para corregir el sesgo actual contra la electricidad”. Al mismo tiempo exige que el Gobierno que diseñe “nuevas tarifas de electricidad basadas en el uso real de la red”. Por el contrario, en línea con lo que defiende estos días el Ministro de Energía, Endesa aboga porque se mantenga la energía nuclear a largo plazo “para garantizar la seguridad de suministro” Y “se preserve el carbón eficiente para evitar mayores emisiones y costes del sistema”.
La compañía cuenta con una cuota de mercado del 35% en electricidad y del 17% en gas, lo que se traduce en 11 millones de clientes y 1,6 millones, respectivamente.
La eléctrica reclama “una reforma tributaria ambiental para corregir el sesgo actual de la electricidad”