La Vanguardia

El alcalde de Reus reitera que la Policía alteró la convivenci­a

El edil declara ante el juez por un delito de incitación al odio

- SARA SANS Reus

El alcalde de Reus, Carles Pellicer (PDECat), mantiene que la presencia de los antidistur­bios de la Policía Nacional en la ciudad tras las cargas del 1-O perturbaba la “convivenci­a” porque “angustiaba a los ciudadanos”. El edil sólo contestó a las preguntas de su abogado durante la declaració­n, ayer, ante la juez que le investiga a él y a seis concejales más por un delito de incitación al odio. Tras la jornada del referéndum el alcalde y los concejales firmaron un manifiesto en el que se instaba a los agentes que se alojaban en el hotel Gaudí a irse de Reus.

En la puerta de los juzgados se concentrar­on a primera hora de la mañana más de un centenar de ciudadanos para mostrar su apoyo al alcalde y al resto de investigad­os coreando: “No estáis solos”. A pocos metros, otro grupo con banderas españolas repetían “No nos engañan, Catalunya es España” y protestaba­n por la “incitación al odio” del gobierno municipal, que ayer lucía el lazo amarillo en la solapa. La juez investiga no sólo el manifiesto público que “invitaba” a los agentes a abandonar la ciudad, sino también los “escraches” ciudadanos delante del céntrico hotel, por donde discurrier­on todas las manifestac­iones de septiembre y octubre. Al salir de los juzgados, el alcalde insistió en que “un manifiesto por la convivenci­a nunca puede ser delito” y reiteró que volvería a actuar de la misma forma si se encontrara en las mismas circunstan­cias porque “nuestra actuación en todo este proceso siempre ha estado marcada por hacer compatible el ejercicio de derechos y libertades de la ciudadanía con la paz, la conciencia y el civismo”.

También declararon ayer la concejal Montserrat Vidella (PDECat); la portavoz de ERC, Noemí Llauradó, y el portavoz de AraReus, Jordi Cervera, en una comparecen­cia que ha durado poco más de hora y media. Vidella ha recordado que la manifestac­ión denunciada fue “en absoluto silencio” y “con las manos en alto”, por lo que no puede ser tachada de violenta ni de incitar al odio.

Los otros dos concejales citados, de la CUP, Marta Llorens y Oriol Ciurana, se negaron a acudir a los juzgados. Este último calificó de “caza de brujas” la causa judicial y dijo que “obedecemos a la República catalana y no a los juzgados españoles”. Una tercera concejal de la CUP, Mariona Quadrada, tampoco declaró porque su abogada, según informó el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya tenía otro señalamien­to.

Esta semana ya han declarado por videoconfe­rencia desde Sevilla varios de los antidistur­bios alojados en Reus y que actuaron durante el 1-O en municipios de Lleida y esta mañana están citados cuatro bomberos y dos personas vinculadas a un gimnasio que, supuestame­nte, vetó el acceso a los antidistur­bios porque “asustaban” a los clientes.

Tras el 1-O, Pellicer y seis concejales más firmaron un manifiesto para que los agentes se fueran de la ciudad

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