El signo de los tiempos
Tierra firme Dirección: Carlos MarquésMarcet Intérpretes: Oona Chaplin, Natalia Tena, David Verdaguer, Producción: España. 2017. 105 m. Comedia dramática
Ortega, el que era él y su circunstancia, decía que la vida se mide, más que en años, en generaciones. Esas generaciones que, de tres en tres, conviven en el tiempo y en el espacio. Ignorándose las unas a las otras. O peor: negándose. Tan extrañas entre sí como esos universos, también paralelos, de los que habla la física más esotérica. Carlos Marqués-Marcet, con 10.000 km y ahora con esta feliz Tierra firme se erige en el mejor observador de la generación que llamamos millennial, la que se mueve alrededor de los treinta años ¿Qué niega, qué dice y qué calla la generación del desempleo? De internet y de redes sociales.¿Qué anhela?
Puede que Ortega tuviera su parte de razón, y a cada uno la suya, pero lo que este baby boomer observa en el filme de MarquésMarcet es que, en el fondo, esos anhelos son siempre muy parecidos, seamos de la generación que seamos. Filme que arranca con aires de Woody Allen y acaba asu manera, donde a la postre la generación es una cuestión de cronología, como casi todo. El resultado de sumar el tiempo, que pasa, que se aleja, a las circunstancias del momento. Procrear, tener hijos por ejemplo. De esto habla Tierra Firme donde Eva (Oona Chaplin) quiere ser madre, y la otra parte de la pareja (Natalia Tena) no lo ve claro. El cálculo. El signo de los tiempos. El azar, un poco. Un amigo que pasa por ahí (David Verdaguer), les presta su esperma sin interés. ¿Oportunismo sentimental? Poco; casi nada. Estamos ante una comedia más bien amable, de decisiones vitales. Y también ante un drama de situaciones. Transcurre en un barco, ahí donde todo se balancea y nada es seguro. Como siempre. o sea. / S. Llopart