Catalunya será la comunidad que menos crecerá, según el BBVA
Las empresas pequeñas de servicios serán las más perjudicadas
La crisis política que atraviesa Catalunya comportará que el año próximo sea la comunidad autónoma con un menor crecimiento económico medido en términos de producto interior bruto (PIB), según el Observatorio Regional del BBVA Research. Otros servicios de análisis como Funcas estiman incluso que la comunidad crecerá la mitad que otras autonomías (véase la información adjunta). En concreto, los expertos del servicio de análisis del BBVA creen que el PIB de la comunidad aumentará un 2,1%. Ese crecimiento esperado es “entre tres y nueve décimas inferior respecto a un entorno en el que no se hubiera producido el aumento de la incertidumbre”, según el informe.
Sin embargo, el BBVA Research avisa de que “el impacto negativo podría situarse entre un 0,5 puntos porcentuales y 1,1 en un escenario de prolongación de las tensiones”. ¿A quién podría perjudicar esta situación de manera especial? “Afectaría más a pequeñas empresas en sector de bienes no comercializables, incapaces de diversificar sus ventas hacia otros mercados”, según el citado informe del BBVA. Los bienes no comercializables son los servicios, la sanidad, la hostelería o la educación.
El informe del BBVA destaca que la causa que ocasiona el impacto negativo es que la tensión política se puede trasladar “negativamente a las decisiones de gasto de consumidores y empresas”. El BBVA elabora un gráfico sobre el índice de incertidumbre que muestra cómo en Catalunya en los meses de octubre y noviembre alcanza cotas máximas superando el incremento en las elecciones generales del año pasado y durante el Brexit.
Pero el menor crecimiento esperado para Catalunya el año próximo no es exclusivamente consecuencia de la crisis política por la que atraviesa la comunidad, sino también de “la desaceleración ya observada” anteriormente. Básicamente, los otros factores que perjudican a Catalunya es que el turismo ha llegado a niveles de ocupación cercanos a la saturación combinados con las consecuencias negativas para el sector de los atentados terroristas de Catalunya del mes de agosto. También se avisa del “decepcionante” comportamiento de las exportaciones de bienes y la inversión en maquinaria y equipo.
El BBVA estima que este año la economía catalana crecerá un 3,0%. La citada previsión del 2,1% para el año próximo implica una reducción de 0,9 puntos con relación al 2017. De esos, el BBVA estima que “dos décimas son consecuencia de la desaceleración observada y no imputables directamente a los efectos de la crisis política”.
Obviamente una mayor desaceleración de la economía catalana tiene consecuencias directas sobre la situación del conjunto del país. El servicio de análisis ha revisado a la baja la previsión de crecimiento para el 2017 del 3,3% al 3,1% y para el 2018 del 2,8% al 2,5%. El informe destaca que las comunidades más afectadas por la incertidumbre política son las más próximas a Catalunya dada la intensidad de las relaciones comerciales. Son Aragón, Valencia, Baleares y La Rioja. Al mismo tiempo, el BBVA estima que parte del gasto que ahora se realiza en Catalunya podría desviarse hacia otras autonomías, lo que podría compensar en parte los efectos negativos de la incertidumbre.
Otro de los efectos colaterales de la crisis catalana sería la dificultad para reducir el déficit público. Aunque la previsión es que este año se cumpla el objetivo de déficit la situación será más compleja el año próximo y específicamente el BBVA avisa de las consecuencias negativas de la prórroga presupuestaria. “Esto introduce incertidumbre sobre distintos ámbitos”, se señala en el informe.
INFORME BBVA
Una parte de la desaceleración se produce también por la saturación del turismo
CONSECUENCIAS
Aragón, Valencia, Baleares y La Rioja son las comunidades más afectadas por la crisis catalana