Batalla política por las luces amarillas de las fuentes
La Junta Electoral sopesa la idoneidad de la iluminación de amarillo tras ordenar la retirada de una pancarta del balcón del Consistorio
¿Son las fuentes iluminadas de amarillo un mensaje partidista? La Junta Electoral de Barcelona deberá responder a esa pregunta en las próximas horas y, en función del pronunciamiento, el Ayuntamiento deberá retirar la iluminación especial de las fuentes públicas. Desde el viernes por la noche, un día después de que se encendiera el alumbrado navideño, hay 32 fuentes de la ciudad que entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche se tiñen de color amarillo para reclamar la libertad de los exconsellers encarcelados y de los líderes de la ANC y Òmnium, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.
La Junta Electoral ordenó el domingo la retirada de la pancarta que desde el 2 de noviembre colgaba del balcón de la fachada del Ayuntamiento con el lema “Libertad presos políticos” porque, según el dictamen de la Junta puede vulnerar el principio de neutralidad institucional. La retirada se materializó como respuesta a un recurso presentado por Ciutadans. La líder de la formación naranja, Carina Mejías, bajo el balcón ya desprovisto de la pancarta, pidió ayer a la alcaldesa “garantizar la neutralidad y la pluralidad ideológica en el Consistorio, que no es de su propiedad, sino de todos”.
Ahora el PP espera que la Junta Electoral se pronuncie en la misma línea respecto a la iluminación de las fuentes. “Colau se pone morada al iluminar de amarillo fuentes y edificios por los presos políticos, un hecho que crea sonrojo democrático”, denunció el líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández, tras calificar el gesto como “una muestra más de la cooperación necesaria de Colau con el independentismo”. Ciutadans estudia sumarse a la petición del PP y presentar un recurso similar sobre las fuentes y “todas las acciones de propaganda que intenten favorecer posiciones políticas”, advirtió Mejías.
La iluminación con un color característico hasta ahora estaba reservada a conmemoraciones puntuales como por ejemplo el Dia Internacional para la eliminación de la violencia contra la mujer del pasado sábado, cuando las fuentes se vistieron de lila.
El gobierno municipal esperará el pronunciamiento de la Junta Electoral, como ya hizo con la pancarta, que fue retirada inmediatamente después de conocer la resolución. El concejal de Presidencia, Eloi Badia, se limitó a decir que el Ayuntamiento daba cumplimiento a la resolución del órgano electoral pese a no compartir sus argumentos. Por su parte, el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, no quiso entrar a valorar la nueva petición del PP. “Haremos lo que la Junta Electoral indique”, señaló Pisarello durante su intervención en Barcelona Tribuna. Sí que se proPastor, nunció con más claridad sobre la obligación de retirar la pancarta del balcón. “El motivo no era incidir en las elecciones, todo lo contrario. Acatamos la sentencia pero no compartimos la argumentación de fondo”, aseguró el primer teniente de alcalde.
Un día más, la cuestión catalana volvió a marcar por completo la agenda de la política municipal en Barcelona. Los partidos independentistas pidieron al gobierno municipal que presente recurso ante la decisión de la Junta Electoral. El portavoz del PDECat en el Ayuntamiento, Jaume Ciurana, reclamó que “no se intente hacer ver que vivimos en una situación de normalidad. Nos podrán hacer vaciar los balcones pero nuestro trabajo es llenar las urnas el 21-D de libertad, democracia y dignidad”, subrayó Ciurana. Más ocurrente estuvo el líder de ERC, Alfred Bosch, a través
El gobierno municipal acata la retirada de la pancarta que reclamaba la libertad de los políticos encarcelados
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de Twitter: “O liberan los presos políticos o acabarán prohibiendo los taxis”, soltó el republicano como respuesta al PP.
Ciutadans tiene previsto presentar recursos en todas las juntas electorales provinciales de Catalunya para que se retiren las banderas esteladas, los lazos amarillos y las pancartas que piden la libertad de políticos encarcelados en las fachadas de centenares de ayuntamientos catalanes. De hecho, la desaparición de la pancarta en Barcelona puede abrir un posible efecto dominó. El alcalde de Mataró, el socialista David Bote, ordenó retirar la que colgaba de la fachada del edificio consistorial de su ciudad sin necesidad de que la Junta Electoral se lo ordenara. La habían puesto ERC y CiU desde sus ventanales el fin de semana y ayer Bote actuó de oficio para “garantizar la neutralidad institucional en la fachada del Ayuntamiento”.