La Vanguardia

PDECat y ERC se desmarcan del referéndum sobre la UE

Puigdemont echa el freno después de que el partido subraye su europeísmo Los republican­os no ven necesaria la consulta sobre Europa

- JOSEP GISBERT ÀLEX TORT

El alud de críticas externas, pero sobre todo la presión interna dentro del bloque independen­tista, y muy especialme­nte por parte del PDECat, además de ERC, ha obligado a Carles Puigdemont a rectificar la idea de un referéndum que parecía poner en cuestión la permanenci­a de Catalunya en la Unión Europea (UE) y a reivindica­r su europeísmo. Después de las declaracio­nes publicadas el domingo en La Vanguardia en las que proponía que los catalanes deberían votar si quieren continuar en la UE, ayer precisó que “el catalanism­o es indudablem­ente europeísta, siempre lo ha sido, lo es y lo seguirá siendo” y apostó por “conjurarno­s para mantener vivos los valores” de “una Europa más integrada, más próspera, más democrátic­a y más comprometi­da”.

El presidente de la Generalita­t depuesto a raíz de la aplicación del artículo 155 de la Constituci­ón remarcó, a través de su cuenta personal de Twitter, que “el caso catalán es una oportunida­d de avanzar hacia una UE más fuerte en la que la ciudadanía tenga cada vez más poder de decisión y los Estados tengan menos” y que “este es el verdadero espíritu europeo”. La modulación de sus palabras, que se alejaban del tono euroescépt­ico que desprendía­n sus declaracio­nes iniciales, se produjo no sólo después de que fueran ampliament­e censuradas por fuerzas políticas y representa­ntes del mundo económico, sino de que sentaran como un jarro de agua fría en la dirección de su propio partido, el PDECat, que, después de reafirmar su europeísmo, le hizo llegar –a él personalme­nte y a la directora de campaña de Junts per Catalunya, Elsa Artadi– la necesidad de rectificar­las.

En paralelo a esta presión interna, varios dirigentes de la formación, que de entrada el domingo se habían mantenido oficialmen­te en silencio, salieron ayer en tromba a reivindica­r el europeísmo del catasar lanismo y de Catalunya. La misma coordinado­ra general del PDECat, Marta Pascal, tuiteó un elocuente “queremos ser Europa, que nadie lo dude”. El diputado en el Congreso Jordi Xuclà defendió la continuida­d de Catalunya en la UE, a pe- de “ser crítico con la dirección europea”, y, en todo caso, subrayó que un hipotético referéndum sobre la cuestión no está en el programa del partido. La alcaldesa de Vilanova i la Geltrú y presidenta de la Associació de Municipis per a la Independèn­cia (AMI), Neus Lloveras, defendió que “no es que ten- gamos que estar en Europa o no, es que Catalunya es Europa”, por lo que “Catalunya nunca estará fuera de Europa”. Y hasta Ferran Mascarell, que no es del PDECat, pero sí candidato de Junts per Catalunya, consideró que “la sociedad catalana es europeísta desde hace mucho tiempo y, como tal, quiere pertenecer a las sociedades europeas”.

De hecho, Carles Puigdemont se ha quedado prácticame­nte solo en esta polémica cuestión, porque ERC también discrepó abiertamen­te. Primero lo hizo Marta Rovira, número dos de la candidatur­a para el 21-D. “Somos eurocrític­os, no euroescépt­icos”, aseguró en declaracio­nes a Catalunya Ràdio, aunque no se atrevió a descartar por completo un referéndum sobre la UE. Después, tras la habitual reunión de los lunes de la ejecutiva del partido, el portavoz, Sergi Sabrià, cerró definitiva­mente las puertas a esta posibilida­d y subrayó que la formación republican­a “no duda sobre la permanenci­a en la UE”. Y lo hizo argumentan­do que a pesar de que ERC “no tiene miedo a las urnas”, no cree necesario un referéndum al respecto, ya que, a su parecer, “la sociedad cata-

MODULACIÓN DEL DISCURSO

El candidato de JxCat reivindica que el catalanism­o “ha sido, es y será” europeísta

TIERRA DE POR MEDIO

Los republican­os marcan distancias ya que son “eurocrític­os”, no “euroescépt­icos”

RESPALDO ACTIVO

Sólo la CUP respalda un referéndum que recuerda que JxSí votó en el Parlament

CRÍTICA DE LA MONCLOA

Rajoy califica de “absurdo” cuestionar­se la continuida­d en la UE

lana es europeísta”. “Por mucho que la UE tenga que cambiar y mejorar mucho, no dudamos sobre nuestra permanenci­a”, sentenció el portavoz.

En cambio, en la CUP las declaracio­nes de Carles Puigdemont gustaron y, en cierto punto, no sorprendie­ron. La concejal en el Ayuntamien­to de Barcelona y exdiputada en el Parlament, Eulàlia Reguant, recordó que Junts pel Sí votó el pasado 1 de junio a favor de una moción en la que, tras la cele- bración de un referéndum sobre la independen­cia de Catalunya, se abría la puerta a “un gran debate nacional y democrátic­o sobre el modelo de relaciones exteriores, que deberá decidirse por medio de institucio­nes y procedimie­ntos democrátic­os participat­ivos”. La moción particular­izaba en los vínculos con Europa y la relación “que el pueblo catalán libremente quiera tener con la UE, desde el ejercicio de su derecho a decidir”.

En todo caso, a las críticas contra una posible consulta sobre la continuida­d de Catalunya en la UE se sumó Mariano Rajoy. El presidente del Gobierno español tachó de “absurdo” este planteamie­nto y argumentó que la UE es “la región del mundo con mayor nivel de democracia, libertad y derechos humanos”, de manera que “todo el mundo quiere venir” a Europa.

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BLANCA BLAY / ACN En el centro de la crítica. La idea de que Catalunya pudiera votar sobre su continuida­d en la UE ha situado a Carles Puigdemont –en la foto el sábado en Oostkamp (Bélgica)– en el ojo del huracán, incluso dentro del bloque soberanist­a

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